Al Socaire, cocina cántabra al chup chup en el centro de Madrid

Una pausa. Un momento de cocina tranquila y al chup chup. Un paréntesis de sosiego en medio de ese bullicioso Madrid gastronómico tan repleto de influencias de tierras y culturas lejanas. Un refugio ‘al resguardo del aire’ en el que volver a rescatar sabores de siempre.

Hablamos de Al Socaire, una reciente apertura en la que tres emprendedoras cántabras se arremangan para traer a la capital una cocina de raíces norteñas en la que no hay trampa ni cartón. Nada se enmascara. Un producto de primera -desde la humilde legumbre al más selecto pescado- y la elaboración justa para que sepa a lo que tiene que saber. No hay más sorpresa que la de descubrir (o recordar, según sea el caso) lo bien que se come en la tierruca.

Así que pongámonos en marcha y vayamos para allá. El restaurante se ubica justo al lado de la Casa de Cantabria, muy cerquita del Retiro. Allí nos recibirá Mariví González Coro -muy conocida en Suances por ser el alma del hotel La Concha y el restaurante El Corral-, que ha sido la impulsora de esta aventura. No se ha venido sola: se ha traído consigo a su jefa de cocina, Toñi Blanco, para que despliegue su talento en este nuevo proyecto.

¿Qué vamos a comer? Uno de los puntos fuertes de Al Socaire son sus guisos. Ay, platos de cuchara y cucharón. Nosotros hemos probado las sopas de ajo y el cocido montañés -la especialidad de la casa- (10 y 12 euros), y destacamos su intenso sabor y, al mismo tiempo, su sutileza. Porque sí, es posible que una olla esté llena de sustancia sin tener que pagar el peaje de esa capa grasa que suele adornar tanto puchero. Hay más opciones en los guisos del día (12 euros): cocido lebaniego -con alubias cántabras, más pequeñas que las asturianas-, marmitas -de marisco, atún o bonito-, patatas con rape o rodaballo…

El mar: esto pretende ser una sucursal de Cantabria, así que no pueden faltar ni las anchoas (10-19 euros) ni las rabas (12 euros). Ni medio pero les ponemos. En temporada se traen también de allá arriba pescados y mariscos -bonito, sarda, bocarte…- y a lo largo de todo el año la oferta diaria de la lonja (25 euros). Nosotros nos quedamos con unos espectaculares maganos terciados (calamar pequeño para unos, chipirón grande para otros), a los que aquí presentan encebollados, con cebolla caramelizada y su tinta (20 euros).

También arroz. Pues sí. Resulta que Penche Laso, la tercera socia -y responsable del interiorismo- ha vivido tres años en Valencia y es tal su pasión por el arroz que se ha traído de allí a un experto paellero para enseñar este arte al equipo. Arroces melosos -de bogavante y centollo del Cantábrico- (22 euros) y paellas.

Con los postres se reaviva la nostalgia. Es el momento del arroz con leche fresca o la leche frita (recetas propias de la casa), el flan, la tarta de queso...

Una terraza al socaire: Llegan los días de disfrutar de su zona exterior, una terraza con barra exterior en la que comer y cenar (aprovecha las medias raciones y pruébalo todo)... o en la que tomar vivir las cálidas primaveras tomando unas copas en su zona chill out. Apúntatelo.

Al Socaire: C/ Pío Baroja, 10 (junto a la Casa de Cantabria). Teléfono de reservas: 91 493 88 04

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