Marisa González, la mujer que hay detrás de Cristina Cifuentes

La madrileña Marisa González Casado (48) no es solo la Dircom de Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en la capital y candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid por el Partido Popular. Son amigas, confidentes y comparten juntas sus reivindicaciones feministas, taconazos, la ingeniería doméstica –ambas son madres; Cifuentes tiene dos hijos y González, tres– y un estilo de hacer política. En la Delegación de Gobierno las llaman cariñosamente Telma y Louise. “Cada una sabe cuál es su papel, pero son muy cómplices en lo personal, eso hace que la comunicación fluya y se nota que disfrutan trabajando juntas”, dice un allegado al gabinete de Cifuentes.

Lo cierto es que la gestión de la comunicación de González solo le ha traído alegrías a la líder popular. Hasta en los momentos más críticos. González Casado fue su gran apoyo durante el grave accidente de la delegada del Gobierno del pasado 20 de agosto que casi le cuesta la vida a Cifuentes. En esos días de parches morfina y rehabilitación, la periodista jugó un papel fundamental.

De ella dicen que es la mejor experta en comunicación política de España (lleva a sus espaldas 12 procesos electorales), “una curranta sin aires de grandeza”, y que la oposición no deja de hacerle ofertas sin éxito. Sin embargo, en una época en la que los periodistas se pelean por tener una cuota de share televisivo, González apuesta por el trabajo anónimo y constante. Está especializada en encauzar con éxito los intereses del ala menos a la derecha del Partido Popular. Y así lo hizo durante los 24 años en los que se encargó de la prensa de Alberto Ruiz-Gallardón (ella entró a trabajar con él durante el último año de su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid). Esa época que la que exministro de Justicia tanto gustaba a cierto sector de la izquierda y acaparaba entrevistas en diarios progresistas.

Cifuentes la recuperó después tras la ‘patada’ de Gallardón

Ella fue la responsable de comunicación de Ruiz-Gallardón durante los años que el político popular estuvo en la oposición en la Comunidad de Madrid. En 1995, cuando el PP ganó las elecciones autonómicas, se convirtió en directora general de Comunicación de la Comunidad. En 2003, se trasladó al ayuntamiento de la capital, donde ocupó un cargo similar. Hasta que un 21 de diciembre de 2011, su exjefe ascendió a la cartera de Justicia y prescindió de ella (y de su equipo). Ni un reproche. Dieciséis días después del exabrupto, en enero de 2012, la recuperó Cristina Cifuentes (se conocían porque la candidata a la Comunidad de Madrid fue asesora del exalcalde de Madrid) hasta hoy.

No es fácil verla dando charlas de periodismo y eso que es una experta en gestión de crisis políticas (con Gallardón vivió unas cuantas). Está claro que, aunque busque el anonimato, la patada que le dio don Alberto fue hacia arriba.