Kate Middleton, Letizia... y otros descuidos 'reales'

Kate Middleton se ha convertido en una marioneta en manos de los caprichos del viento canadiense. Durante su visita al país norteamericano, la duquesa de Cambridge mostró en público su ropa interior por culpa de una maliciosa ráfaga de aire en un acto que se celebró en el Aeropuerto de Calgary. Nada más bajó del coche oficial, la ya esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra tuvo que enfrentarse a los continuos intentos de la fuerza de la naturaleza por levantarle el vestido que llevaba y dejar al descubierto sus intimidades reales. Finalmente, no fue así, aunque por muy poco.

No es la primera vez que Kate nos regala unas imágenes así. Después de anunciar públicamente su compromiso con el príncipe Guillermo, a la salida de una fiesta en la que acaparaba todos los flashes, el objetivo indiscreto de un afortunado paparazzi pudo captar a la sonriente Kate a punto de bajar de un coche con una corta minifalda mostrando su ropa interior.

Pero, Kate Middleton no ha sido el único miembro de la realeza a la que el viento le ha sacado los colores y le ha hecho demostrar la firmeza de sus glúteos a base de testimonio gráfico. En España todo el mundo recuerda, cuando, en 2006, a la recién estrenada princesa de Asturias se le voló literalmente la falda que llevaba y presumió,  muy a su pesar, de lencería. Toda una mala pasada que llevó a la Casa Real, muy ofendida ante las imágenes, a tratar de frenar su emisión en las diferentes televisiones. Internet entonces fue más rápido. Doña Letizia, apurada por el espectáculo, sólo pudo sonreír.

Otros descuidos ‘reales’

Poca gracia también ocasionó en Zarzuela las imágenes de don Juan Carlos, desnudo en la proa del Fortuna en 1995. Las instantáneas fueron publicadas por una revista italiana, aunque el escándalo pronto llegó a España, donde algunos medios habían evitado su publicación.

Controvertidos, pero más habituales, son los semidesnudos de Andrea Casiraghi, al que no le importa mostrar su proa a los fotógrafos. El hijo de la princesa Carolina de Mónaco atesora el récord de descuidos reales y pilladas con las manos en la masa. Su hermana Carlota también ha protagonizado alguno. En especial, con los ajustes de su bañador. Hace unos años, la ‘heredera’  dejó al descubierto uno de sus pezones en un renuncio que los ávidos paparazzis se encargaron de inmortalizar.

Aunque forma parte de la leyenda urbana, las salidas de tono de la princesa Mette Marit de Noruega durante su etapa previa a convertirse en miembro de la Familia Real del país escandinavo, también fueron de órdago. Muchos todavía recuerdan cuando se especuló con la publicación de un topless que habría realizado en una noche de locura. Sea como fuere, nadie se libra del ojo indiscreto de una cámara. Ni Kate, ni Letizia. Ni tampoco el mismísimo rey.

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