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La Corona trata de emular sin éxito a ingleses y holandeses
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La Corona trata de emular sin éxito a ingleses y holandeses

La Casa del Rey quiso ayer mostrar una imagen de transparencia con la revelación de sus cuentas tras las duras críticas recibidas por el caso Urdangarín. De esta forma, trató

La Casa del Rey quiso ayer mostrar una imagen de transparencia con la revelación de sus cuentas tras las duras críticas recibidas por el caso Urdangarín. De esta forma, trató de seguir los pasos de otras familias reales, caso de la británica y la holandesa. Sin embargo, las cifras exhibidas ayer por Zarzuela distan mucho de contenter el detalle de estas otras monarquías europeas.

La Reina Isabel II cuenta con cuatro fuentes de ingresos: la Queens civil list, una lista civil que sirve para pagar los gastos oficiales de la familia real y de su personal (9,2 millones de euros); una dotación para el Duque de Edimbugo; los Grants-in-aid, que cubren los gastos en materia de informaciones y de telecomunicaciones, y el Government´s /Crown estate, para sus obligaciones oficiales y el cuidado de sus dos residencias.

Con el objetivo de mostrar de forma transparente sus cuentas, la casa de Isabel II tiene colgadas en internet 150 páginas donde aparecen de forma detallada todos sus gastos: peluquería, colchones, edredones, facturas de teléfono,etc.

De igual modo, los Orange presentan todos los años ante el Parlamento holandés una lista detallada de sus gastos. Los 110 millones de euros que tienen a su disposición están dedicados en su mayoría a la seguridad de la Familia Real (40 millones de euros) y a la renovación de los palacios (43 millones). En cuanto al presupuesto que reciben sus miembros, la reina, el príncipe consorte, Guillermo y Máxima disfrutan de 6,1 millones de euros en su conjunto.

Esta transparencia, choca con la actitud de la corona belga. Pese a haber publicado a principios de 2011 un presupuesto anual de 13,7 millones de euros, lo cierto es que finalmente se gastó un total de 30,5 millones de euros. Según publicó el diario Het Nieuwsblad, a la cifra que declararon los monarcas se sumaron 16,8 millones de euros para cubrir gastos de calefacción, electricidad y regalos. Dentro de esta dotación, el rey Alberto II recibió 1.829.454 euros.

Un sueldo por debajo de la media

En cuanto a la partida que percibe la Casa Real española, 8.434.280, se sitúa por debajo de la media europea. Entre los que más gastan se encuentran los países del norte del continente: Dinamarca y Suecia. La Familia Real danesa disfrutó en 2010 de un presupuesto de 75,5 millones de coronas (100 millones de euros). El príncipe Enrique recibió 7,1  millones de coronas, el príncipe Joaquín y la princesa Marie recibieron 3,1 millones y el príncipe heredero Federico y su esposa Mary, 17,6 millones.

Los suecos también superan la cifra española, gracias a un presupuesto de 10,1 millones de euros.  Este país es el único en el que la Constitución no cuenta con ninguna disposición en materia de dotaciones. Dos presupuestos son aprobados cada año por el Parlamento: uno para la administración de la Corte, las tareas oficiales y los gastos personales de la pareja real, y una segunda para el financiamiento del palacio, de los dominios anexos y las colecciones reales.

Pese a ser un pequeño ducado, los luxemburgueses se acercan bastante al presupuesto español. Los Duques reciben un total de 8,1 de euros; una cifra muy elevada si se tiene en cuenta la importancia de esta casa real. Este dinero sirve para cubrir los gastos de representación del jefe del Estado, los gastos relativos al personal afectado a su servicio y una suma destinada al antiguo jefe del Estado.  Es curioso ver como no existe dentro de esta dotación un parte para el príncipe heredero.

La Casa del Rey quiso ayer mostrar una imagen de transparencia con la revelación de sus cuentas tras las duras críticas recibidas por el caso Urdangarín. De esta forma, trató de seguir los pasos de otras familias reales, caso de la británica y la holandesa. Sin embargo, las cifras exhibidas ayer por Zarzuela distan mucho de contenter el detalle de estas otras monarquías europeas.