El cumpleaños más dulce de Carlota Casiraghi

Hace 27 años nacía Carlota Casiragui y con ella la nueva imagen de la corona monegasca. Carlota encarna el futuro de los Grimaldi, una dinastía que con la segunda generación, Alberto, Carolina y Estefanía, estuvo muy marcada por el escándalo. En la actualidad, Charlotte es el vivo reflejo de su abuela, Grace Kelly, de quien no sólo ha heredado su belleza, sino también su estilo. Ese estilo que hizo que un rey cayese rendido a los pies de una actriz y se casase con ella. Todo un reto por aquella época en la que los reyes sólo tenían sangre azul.

El 27 cumpleaños de Carlota llega mientras la joven vive uno de los momentos más dulces de su vida. Aunque, desde Mónaco, no ha llegado confirmación oficial, los cambios físicos de la “princesa de Europa” (título que heredó de su madre), han evidenciado que espera su primer hijo con el actor de comedia francés Gad Elmaleh, seguramente, para finales de año. Tampoco han salido al paso de los rumores de boda que planean sobre la pareja, pero la publicación francesa Le Parisien incluso le pone fecha al enlace, fijado para el próximo mes de septiembre. Un embarazo previo paso por el altar y un novio con poca (o ninguna) sangre real que demuestran que los principios que imperaban en los tiempos de Rainiero III ya no existen y actualmente el amor entre príncipes y plebeyos ya es un hecho.

Una vida marcada por la repentina muerte de su padre

El interés por la que fue la primera nieta de los reyes de Mónaco comenzó desde su nacimiento, como suele ocurrir cuando eres hija de una princesa. Sin embargo, con tan sólo cuatro años, la tragedia golpeó su vida. Su padre, Stéfano Casiraghi, sufría un accidente motonaútico en Montecarlo mientras participaba en un campeonato que le costaría la vida dejando huérfanos a Andrea, por entonces de 6 años, Carlota, de 4, y Pierre de tan sólo 3. Tras el varapalo Carolina y sus tres hijos se refugiaron en el pueblo de Saint Remy, en la Provenza francesa y durante varios años estarían apartados de cualquier evento público. Su “reclutamiento” duró un par de años y durante toda su infancia crecieron lejos de los flashes y bajo los mimos de toda su familia, hasta el punto de que sus abuelos paternos regalaron a Carlota por su quinto cumpleaños una isla cerca de la costa de Cerdeña valorada en siete millones de euros.

La sobreprotección de su madre que se volcó en unos hijos que habían perdido a su padre demasiado pronto, el cariño que recibió de su abuelo Rainiero para el que era su niña bonita y y su gran afinidad con su tío Alberto, marcaron la personalidad de una niña que creció sabiendo la importancia que tenía dentro de los Grimaldi. Por detrás de su madre, su tía y su hermano Andrea, Charlotte es la cuarta en la línea de sucesión al trono de Mónaco aunque son muchos los que piensan que sería la mejor opción para un pueblo disgustado con un rey que con 55 años no tiene descendencia, sólo dos hijos ilegítimos que nunca podrían acceder al trono.

Licenciada en Filosofía por la universidad francesa de La Sorbona ha sido educada en la exquisitez y la finura propias del país vecino. Su belleza genética se ha unido a su pasión por la moda y la alta costura convirtiéndola en un referente para las revistas especializadas e incluso para los propios diseñadores. Con algunos de ellos la hija de Carolina de Mónaco guarda una excelente relación, tanto es así que Frida Giannini, directora creativa de Gucci, diseñó para ella una colección exclusiva pensada para sus jornadas como amazona.

Una amazona rendida ante la moda

Es la hípica su afición más conocida y es habitual verla participar en todo tipo de competiciones. De hecho fue su ausencia en uno de los torneos más conocidos lo que hizo saltar las alarmas sobre un posible embarazo.

Es la primera vez que la vida sentimental de Carlota acapara cientos de portadas. Hasta ahora la estabilidad y discreción con las que ha llevado el resto de sus relaciones (todas ellas bastante largas y con jóvenes adinerados y de buen nombre) no despertaban apenas el interés mediático. La “princesa de Europa” prefería ocupar el top ten de las mejor vestidas, como ya ocurriese en 2009 según la revista Vanity Fair.

Carne de las publicaciones de moda y tendencias y no del cuore, como su madre y tíos, Carlota es la abanderada de la discreción de la tercera generación de los Grimaldi (si empezamos desde Rainiero III), una generación que ya empieza a esparcir sus semillas.