Carlos Gustavo de Suecia, un polémico rey que por ahora no abdica

“No voy a abdicar. No es una tradición en mi familia y no lo voy a hacer”. Así de tajante se mostraba Carlos Gustavo de Suecia al ser preguntado por los rumores que apuntan que muy pronto podría renunciar al trono sueco en favor de su hija Victoria. Varios medios franceses tuvieron la oportunidad de conversar con el monarca y se centraron, sobre todo, en saber si la idea de abdicar le está rondando la cabeza tras la oleada de renuncias que se está viviendo en Europa con Beatriz de Holanda, Alberto de los belgas y Don Juan Carlos.

Sin embargo, el rey de Suecia lo tiene claro y parece que por ahora su intención es seguir siendo el soberano. “Mientras esté en forma voy a continuar en mi cargo. Me gusta representar a Suecia, me siento orgulloso de mi país, me encanta cuando ganan en los deportes o me emociono al ver la bandera y al escuchar el himno nacional”, comentó el monarca a la revista Paris Match.

A pesar de no querer abdicar, Carlos Gustavo reconoció que su heredera, Victoria, está sumamente preparada para sustituirle y que el día que asuma el papel será una gran reina. “Antes, Victoria me acompañaba a muchos actos, pero ahora cada vez está tomando más libertad. Creo que eso es bueno porque así forjará su carácter”. La reina Silvia, quien también se encontraba en la entrevista, también habló sobre su primogénita: “Por el momento, es importante que la princesa tenga suficiente tiempo para su vida familiar, ya que Estelle todavía es muy pequeña.

Un polémico rey

Estos últimos años han sido un tanto moviditos para Carlos Gustavo. La publicación de una biografía no autorizada en 2010 reveló sus supuestas salidas nocturnas a clubes de striptease y lugares comprometidos, además de sonadas infidelidades, corroboradas en la prensa por la popular cantante de pop Camilla Henemark, quien fue su amante durante la década de los 90. "He leído algunos titulares que no han sido agradables, he hablado con mi familia. Pasamos página y miramos adelante", fue la sorprendente respuesta del monarca, que no desmintió nada.

Tampoco ayudó al soberano la difusión de una grabación en la que un amigo íntimo suyo intentaba negociar con un mafioso la compra de unasfotos comprometedorasen las que aparecía el rey.Sus respuestas ambiguas y tardías provocaron críticas incluso en medios conservadores, y algunos sugirieron una posible abdicación en favor de Victoria, que la mayoría de los suecos respaldaba en los sondeos, aunque el monarca rechazó públicamente esa posibilidad.

Ahora, unos años más tarde y con los aguas más calmadas, Carlos Gustavo ha vuelto a aclarar que no tiene pensadoabdicar y que Victoria deberá esperar unos años más para convertirse en reina.