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El verano infiel de Paola de Bélgica, que hizo tambalear la corte
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FAMILIA REAL BELGA

El verano infiel de Paola de Bélgica, que hizo tambalear la corte

Estaba considerada la princesa más bella de la época. Casada con Alberto de Bélgica, escandalizó al país a finales de los 60 al publicarse su romance con el conde Albert Adrien de Munt

Foto: La entonces princesa Paola Ruffo di Calabria, en junio de 1969. (Getty)
La entonces princesa Paola Ruffo di Calabria, en junio de 1969. (Getty)

Reinaban los reyes católicos de los belgas (Balduino y la española consorte Fabiola de Mora y Aragón) a finales de los años 60, cuando la entonces princesa Paola, casada con el hermano del monarca, apareció en la portada de una revista junto al conde Albert Adrien de Munt y fotógrafo de la cabecera 'Paris Match'. Él, que había avisado a sus colegas paparazzi, le agarraba la cintura desnuda. El follón en la corte de la moralina y la rebequita de angora fue mayúsculo.

[Leer más: El matrimonio de los eméritos, tras los pasos del de Alberto y Paola de Bélgica]

El príncipe Alberto de Lieja (posteriormente rey Alberto II de Bélgica) y Paola se conocieron en noviembre de 1958 durante los actos de entronización de Juan XXIII. La princesa más bella de Europa, como se la conocía entonces, fue aceptada de inmediato por la estricta corte debido a que descendía de uno de los linajes más antiguos de Italia. Sus padres eran el príncipe Fulco Ruffo di Calabria VI, duque de Guardia Lombarda y Luisa Gazelli, condesa di Rossana e di San Sebastiano.

placeholder Los reyes Paola y Alberto de Bélgica, en Bruselas. (Getty)
Los reyes Paola y Alberto de Bélgica, en Bruselas. (Getty)

La atractiva y enamorada pareja contrajo matrimonio un año después del encuentro vaticano en la catedral de Santa Gúdula, tras un romance forjado bajo el sol de playas y pistas de esquí. Ella vestía un recatado vestido que nublaba su juventud, obra de su modista Concenttina Bonano, a la que tardó en abandonar por el creador Hubert de Givenchy menos que a su amancebado marido.

Tres hijos

Consumado el matrimonio (entre 1960 y 1963 tuvieron a sus tres hijos, Felipe, Astrid y Laurent), cada uno hizo su vida en alas opuestas del castillo de Belvedere. De la educación de los cachorros reales se encargaron los entonces reyes Balduino y Fabiola (sin descendencia) en su castillo-convento de Laeken. Tanto cariño cogieron los monarcas al primogénito Felipe –al que moldearon a su imagen y semejanza monacal- que quisieron hacerlo su heredero saltándose al donjuán Alberto, que cuando fue a recoger el cadáver de su hermano a Villa Astrida (en la costa de Granada), tuvo que sentenciar ante las dudas: el rey soy yo.

placeholder Paola de Bélgica, considerada la princesa más bella de la época. (Getty)
Paola de Bélgica, considerada la princesa más bella de la época. (Getty)

Mientras el heredero al trono se divertía discretamente con la baronesa Sybille Selys Longchamps, hija del embajador de Bélgica en Grecia, Paola hizo lo propio con el tocayo de su marido, el conde Albert Adrien de Munt –también casado-, en la playa de Porto Rotondo, en Cerdeña, donde fueron fotografiados en ropa de baño.

[Leer más: Ciergnon, el palacio de verano en el que Balduino presentó a la futura reina Fabiola]

El escándalo protagonizado por la princesa rebelde -conocida con este sobrenombre por llevar la minifalda y corsé hasta las puertas del Vaticano, donde fue frenada por la Guardia Suiza- no acabó con la costumbre del matrimonio de compartir sobre con extraños. A él se le relacionó con la actriz Elizabeth Dolac y otras coristas, y a ella con sus compatriotas el financiero Aldo Vastapane y el cantante Salvatore Adamo, que le dedicó el edulcorado tema ‘Dolce Paola’. “Paola, en su majestad he visto en verdad una paloma frágil”.

placeholder La reina Paola con sus nietos, en su 80 cumpleaños. (Getty)
La reina Paola con sus nietos, en su 80 cumpleaños. (Getty)

Muerto Balduino en 1993, y para alegría de la reina viuda Fabiola, la pareja se reconcilió, al menos de puertas para fuera. Hoy son una venerable pareja de ancianos.

Reinaban los reyes católicos de los belgas (Balduino y la española consorte Fabiola de Mora y Aragón) a finales de los años 60, cuando la entonces princesa Paola, casada con el hermano del monarca, apareció en la portada de una revista junto al conde Albert Adrien de Munt y fotógrafo de la cabecera 'Paris Match'. Él, que había avisado a sus colegas paparazzi, le agarraba la cintura desnuda. El follón en la corte de la moralina y la rebequita de angora fue mayúsculo.

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