Leonor cumple 13 años: estos son los dos ejes de su educación

Paradójicamente, o por una simple casualidad, la primera Leonor que se entronca con la realeza de la Península Ibérica falleció el 31 de octubre de 1214, el mismo día que nació la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón Ortiz, aunque 791 años antes.

Luego ha habido más Leonores, como es bien sabido. Es un nombre muy vinculado a la realeza europea. Y de origen griego (luz). Por eso, quizás, cuando nació su primogénita, el entonces príncipe Felipe dijo a los periodistas que Leonor era uno de sus nombres favoritos. Y porque históricamente las Leonores de la realeza han sido mujeres con mucho carácter, con mucha iniciativa, con intuición, capacidad organizativa y vocación de mando.

Aniversario del Congreso de los Diputados

Como el calendario de la historia es el que es, también un 31 de octubre tuvo lugar un acontecimiento de interés a la hora de subrayar los ingredientes básicos de la formación que está recibiendo la princesa Leonor de Borbón: actitud, carácter y Constitución. El 31 de octubre de 1850, la reina Isabel II inauguró oficialmente la nueva sede de las Cortes españolas, con su presencia en la primera sesión plenaria que se celebraba en el edificio recién construido en la Carrera de San Jerónimo de Madrid. El edificio, construido sobre las ruinas del Convento del Espíritu Santo, alberga hoy el Congreso de los Diputados, sede de la soberanía popular.

Actitud y Constitución (monarquía parlamentaria). Estas son, en efecto, las dos líneas estratégicas del contenido pedagógico que recibe actualmente la princesa Leonor. Y buen ejemplo de ello son los mensajes, directos y diáfanos, que ha recibido la Princesa de su padre en los escasos actos públicos que ha protagonizado: la entrega del Toisón, el 30 de enero, en el Palacio Real de Madrid; y su proclamación como Princesa de Asturias, el pasado 8 de septiembre, en Covadonga… “Te guiarás permanentemente por la Constitución, cumpliéndola y observándola”.

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Primeras palabras en público: la Constitución

Y en esa misma dirección se sitúa el acto en el que tiene previsto participar el día de su 13 cumpleaños, en el Instituto Cervantes de Madrid. La princesa Leonor pronunciará sus primeras palabras en un acto público. Y lo hará leyendo unos párrafos de la Constitución, inmediatamente después del Rey, en homenaje a la Carta Magna de la Concordia, justamente en el 40 aniversario de su aprobación por parte de los plenos que celebraron en esa fecha tanto el Senado como el Congreso de los Diputados.

Aunque el 31 de octubre es también el inicio de una serie consecutiva de aniversarios muy significativos y entrañables, quizás, en La Zarzuela. Fue el 1 de noviembre de 2003, festividad de Todos los Santos (último nombre de pila de los tres hijos de los reyes Juan Carlos y Sofía), cuando el entonces príncipe Felipe anunció públicamente su compromiso de matrimonio con la periodista Letizia Ortiz; ese mismo día se cumplían 26 años desde su solemne proclamación como Príncipe de Asturias, en aquel masivo acto celebrado en Covadonga, junto a la Santina.

Y el 2 de noviembre es el cumpleaños de la reina Sofía (1938), que lo suele celebrar discretamente y siempre con algún acto en familia, uno de los valores más estimados por la reina de la sonrisa. En esta ocasión, con motivo de su 80 cumpleaños, no será distinto.

Leonor de Plantagenet, la 'limosnera'

La primera, en la Península Ibérica, fue Leonor Plantagenet, hija de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania; hermana de Ricardo Corazón de León y de Juan sin Tierra. Al cumplir los nueve años fue comprometida en matrimonio con el rey Alfonso VIII de Castilla y en 1170 viajó a Castilla para contraer matrimonio, asumiendo el título y el papel de reina consorte. Del matrimonio nacieron diez hijos, dos de los cuales murieron prematuramente. Ella es la madre de Enrique I de Castilla y de la reina Berenguela (por su matrimonio con Alfonso IX de León).

Leonor de Plantagenet tuvo mucha iniciativa y contribuyó muy directamente a consolidar el reino de Castilla. Algo poco frecuente en una mujer de su época. Ella impulsó la construcción del Monasterio de las Huelgas, que tuvo una importante proyección internacional. También promovió la construcción del conocido como Hospital del Rey, en el que se atendía a los peregrinos del Camino de Santiago y a muchas personas necesitadas.

Estas iniciativas, entre otras, unidas a su incesante labor de apoyo al mundo del arte y a los propios vecinos de Burgos —la han calificado como la ‘limosnera’—, hicieron de esta ciudad el centro más importante de Castilla, en detrimento de Toledo. Y destacó, además, por su dedicación y habilidad diplomática, por lo que estuvo detrás de muchos de los éxitos, atribuidos oficialmente al Rey, que acentuaron el prestigio y la influencia de Castilla en la Europa del siglo XIII.

La actividad de Leonor de Plantagenet en el ámbito de la diplomacia contribuyó muy eficazmente a la formación del gran frente que lideró Alfonso VIII contra las tropas del califa Muhammad al Nasir en la famosa batalla de las Navas de Tolosa (1212). Y ella misma se trasladó al campo de la batalla, junto a su esposo. Otras reinas, consortes o no, han mantenido actitudes similares e incluso mejores durante estos siglos. Un ejemplo próximo, en España, ha sido y es la figura de Sofía de Grecia, la más querida por los españoles —antes y ahora— debido a su entrega personal e institucional, a su cercanía, a su discreción y a su permanente sonrisa.

Fermín J. Urbiola

Periodista y escritor

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