Diana de Francia prepara a su heredero: royal, soltero y millonario

El 9 de mayo del año pasado el destino le tenía preparado un durísimo golpe a la dinastía de los Württemberg. Fallecía ese día en un accidente de tráfico, en una carretera comarcal de Alemania, Friedrich de Württemberg, hijo de Carl de Württemberg y la princesa Diana de París, prima del rey Juan Carlos. Un fatídico y prematuro desenlace para un hombre que estaba destinado a suceder a su padre al frente de la Casa y que ponía en el foco de atención a su hijo Wilhelm de Württemberg, quien en la actualidad tiene 23 años y se ha convertido en uno de los royals más codiciados de Europa.

Hasta el momento de su prematura muerte, Friedrich, que tenía solo 56 años, se encargaba de la administración de las propiedades familiares y era, en alguna forma, la cabeza visible de la Casa de Württemberg, algo que le sucede a su hijo, quien no se ha caracterizado, como muchos jóvenes de su generación e incluso de la realeza, por tener un perfil muy público. Más bien, todo lo contrario.

De hecho, Wilhelm no tiene presencia alguna en las redes sociales (salvo Linkedin) y tampoco se prodiga en los actos más frecuentados por la jet set europea ni busca notoriedad de ningún tipo. Apenas hay testimonios gráficos más allá de algunos acontecimientos familiares, como lo fue el funeral de su padre, que se celebró en la iglesia del castillo de Altshausen, donde tiene sus raíces la familia y en cuyo panteón familiar descansan los restos de Friedrich. El luctuoso adiós contó con la asistencia de insignes nombres del Gotha, como los reyes de los belgas, Felipe y Matilde; Adam II de Liechtenstein y su hijo Alois, o Dom Duarte de Portugal, por poner solo algunos ejemplos.

El apoyo de su abuela

Para prepararse ante los retos que tendrá que hacer en el futuro, Wilhelm está contando con la inestimable ayuda de su abuela, la incombustible Diana de Francia, quien, como desvela 'Point de Vue', ha encontrado en su nieto el mejor ejemplo para tomar el relevo de su padre. "Este chico era mi sol", eran unas palabras que la aristócrata no paraba de repetir en el funeral de su hijo y ahora es su nieto quien también está llenando de luz su oscuridad. De hecho, en esos momentos tan delicados, pudimos ver en la iglesia de San Miguel al joven del brazo de su madre y su abuela, que le situaban en el centro también de una manera simbólica.

En un futuro no muy lejano tendrá que hacerse cargo de la gran fortuna familiar, que se ha acrecentado gracias a las sabias inversiones de su abuelo, el duque de Württemberg, en el sector de la industria y la agricultura. Y, por supuesto, tendrá que gestionar los distintos castillos, propiedades forestales, viñedos y diversas propiedades inmobiliarias.

A juzgar por su comportamiento, Wilhelm parece haber heredado de su padre un carácter reservado y discreto, que era así como le definían tras su muerte algunas de las personas que le habían tratado de manera continuada.

El actual heredero ha cursado estudios en la Royal Agriculture University en Gloucestershire, en el Reino Unido, orientados a la agricultura, el medio ambiente y los negocios, que es, en definitiva, el camino que le ha dejado trazado su linaje familiar.