Telma Ortiz, la ahorradora: recicla un abrigo de Letizia de 2004

Además de lo feliz que la vemos con lo que la revista 'Semana' llama su "nueva ilusión", Telma Ortiz destaca en las últimas fotografías publicadas de ella por otro detalle, el abrigo que luce y que tiene una sorprendente dueña: su hermana Letizia. Se trata de un abrigo de ante en color camel, con botones, cuello mao y un original bolsillo bajo un hombro. Aunque Telma lo lleva con total naturalidad y como si se tratase de una prenda actual, es una chaqueta que veíamos a la Reina por primera vez en 2004, durante una audiencia en Zarzuela junto al entonces Príncipe de Asturias, en la que recibieron a los encargados de organizar su boda, cuatro días antes del gran día.

Desde entonces, no habíamos vuelto a ver este abrigo, que no pasará a la historia por ser uno de los más aplaudidos y estilosos de su vestuario. Y es que mucho ha cambiado la imagen de la actual Reina desde que se prometiera con don Felipe, no solo físicamente, gracias a los diferentes retoques y tratamientos a los que se somete periódicamente, sino también en su estilo, que encontramos ahora mucho más sofisticado. Pero está claro que, aunque el abrigo no sea ya del gusto de doña Letizia, sí parece serlo de su hermana pequeña. No en vano, fue la chaqueta elegida para disfrutar de una tarde en compañía del que se supone que es un hombre especial en la vida de Telma, por lo que seguro que escogió su vestuario con mimo.

Pero esta no es la primera vez que Telma lleva ropa de su hermana mayor, ya que se ha convertido en la mejor destinataria de las prendas que doña Letizia elimina de su vestidor. Como tampoco ella es la única receptora de su ropa o complementos. Telma ha reciclado desde unas sandalias hasta un pañuelo, sin importarle la antigüedad -ambos estrenados en 2009- o la procedencia; Paloma Rocasolano también ha llevado, al menos, una blusa de su hija, y la infanta Sofía también ha sacado provecho del armario de la Reina. Incluso Victoria Federica, con la que el lazo sanguíneo es algo más lejano, ha lucido prendas que pertenecían a su tía.

Pero, como todo lo que atañe a la Letizia, esta es una costumbre que divide a la opinión pública. Aunque algunos alaban la capacidad de ahorro y que el inmenso vestuario de la reina Letizia sea aprovechado en su totalidad, otros critican que la ropa -en principio pagada con dinero público- no sea destinada, por ejemplo, a organizaciones benéficas, a las que seguro vendría muy bien cualquier tipo de prendas, y más si son de calidad y se les ha dado poco uso, como serían las que forman el vestidor de la Reina.