Adiós a Tchokotoua, el "amigo peligroso" de Juan Carlos (que le presentó a Marta Gayá)

Fue el pasado jueves 18 de julio cuando el rey Juan Carlos perdió a un gran amigo. Hablamos de Zourab Tchokotoua,​ quien falleció en Rabat (Marruecos) víctima de una leucemia que arrastraba desde hacía tiempo. Quizás a muchos no les suene el nombre de este personaje, pero desde que se conocieron en su infancia, ha estado muy apegado al Rey emérito, que ahora llora su muerte. Es más, no se descarta que este fin de semana se traslade a Suiza, donde fue enterrado, para darle el último adiós, eso sí, de forma absolutamente privada.

Don Juan Carlos conoció a Zourab cuando era solo Juanito. Tenía por entonces 8 años y el conde de Barcelona había decidido mandarlo a estudiar a un internado suizo. El centro escogido se encontraba en Friburgo, la capital de la región homónima de Suiza Oriental. Allí conoció a Zourab, al que familiarmente llamaban Zou, hijo del príncipe georgiano Nicholas Tchokotoua. Sin embargo, sus caminos se separaron dos años después, cuando don Juan decidió que ya era hora de que Juanito conociera España y escogió Las Jarillas como su nuevo colegio. Ahí también forjaría grandes amistades.

El ahora Rey emérito y Zou se reencontraron en Mallorca veinte años después. Este se casó en 1974 con Marieta Salas Zaforteza, una de las mujeres más influyentes de la isla. Don Juan Carlos y Zou retomaron entonces su relación de amistad, formando su esposa y él parte de la corte balear del ex jefe de Estado, conocida como el clan Mallorca. En el mismo grupo también estaban el empresario Rudy Bary y su mujer, Marta Girod, el arquitecto Luis García Ruiz, el capitán del Fortuna Richard Cross o Cristina Macaya, la gran socialite de la isla.

Es más, Zou fue el encargado de organizar una fiesta para presentarle a su amigo a Marta Gayá, una de las más conocidas amigas del emérito, todavía en la actualidad. Pero Zourab no solo intervino en la vida afectiva de don Juan Carlos; también en la más institucional. Medió para que Baleares cediera el palacio de Marivent a la familia real, una vivienda de la que siguen disfrutando a día de hoy, apoyándose en su suegro, Pedro Salas, un importante empresario de la isla y expresidente de la Diputación mallorquina.

Pero Zou no era bien visto por muchos, incluso por Sabino Fernández Campos, jefe de la Casa del Rey por aquellas fechas, quien no dudó en catalogar a Tchokotoua como "un amigo peligroso". Y no es para menos. En 1978 estuvo involucrado en el caso Los Almendros, al final, y como narra 'El Mundo', "se libró de la cárcel y se declaró insolvente para no indemnizar a los agraviados, que recibieron viviendas plagadas de humedades y grietas".

Tras su divorcio y el escándalo judicial, Zourab se marchó a Rabat, donde ahora ha muerto a los 82 años.