Joaquín y Marie de Dinamarca: 'exiliados' de lujo en París (tal vez no vuelvan a su país)

La plácida vida de Joaquín y Marie de Dinamarca no lo es tanto como podría parecer a primera vista. El matrimonio decidió instalarse en Francia el pasado verano, porque alli el hijo de la reina Margarita está recibiendo entrenamiento militar.

Su traslado a París había sido anunciado por la Casa Real el pasado mes de enero y en principio su estancia estaba prevista hasta el verano de 2020, pero las cosas podrían cambiar considerablemente.

Esta semana, el matrimonio asistió en el ayuntamiento de París a una cena, antes de la cual respondió a las preguntas de la revista 'Se og Hør', algunas de ellas no del todo cómodas, sobre todo en lo que respecta a los 3,8 millones de coronas danesas que tienen como asignación, el equivalente a 508.000 euros.

El medio en cuestión le preguntó si debería cambiarse esta cantidad, habida cuenta de que no se encuentra en Dinamarca, a lo que el príncipe respondió: "¿Sabes qué? Estoy aquí representando a Dinamarca. Tengo mucho que hacer y también quiero decir que la reina me animó encarecidamente a mudarme a Francia".

Esta respuesta alimenta aún más los rumores de que el príncipe Joaquín es una figura incómoda para la familia y que el hecho de que se haya establecido en nuestro país vecino sea una manera de quitarle del primer plano. Es más, muchos se aventuran a decir que nunca volverá a Dinamarca.

En efecto, en su país hay una corriente de opinión muy fuerte para que no reciba el 'apanage', la mencionada asignación, que en clave mensual son unos 40.000 euros, lo que les permite sufragar, además de su estilo de vida, el carisimo coleguio bilingüe al que asisten los dos hijos de la pareja, Athena y Henrik.

Recordemos también que su exmujer, Alexandra Manley, continuará recibiendo una asignación anual de 250.000 euros, a los que renunció en 2017, pero que seguirá percibiendo hasta 2021, cuando su hijo pequeño, Félix, alcanza la mayoría de edad.