Las Navidades más tristes de Felipe: el día que, por sorpresa, anunció a la prensa su ruptura con Eva Sannum

Este año, las Navidades serán muy diferentes en todos los aspectos para la familia real. Tristes y nostálgicas. Ya hubo un antecedente hace diecinueve años por una cuestión también relacionada con los afectos. El hoy rey Felipe tenía en aquel momento 33 años y su vida amorosa la compartía con Eva Sannum, de 26 años. Oficialmente, este noviazgo nunca fue confirmado por la Casa Real. Había fotos de ambos en el pantano de San Juan, en casa de sus amigos Fuster, en un restaurante cubano de Madrid y en un viaje exótico donde ambos aparecían subidos a un camello. A pesar de las evidencias, el silencio era absoluto por parte de Zarzuela. Ni sabían ni informaban.

Y llegó la imagen en la que por fin aparecían juntos en la boda de Haakon de Noruega y Mette-Marit en agosto del 2001. Fue una especie de revelación. La bella Eva y el príncipe juntos en el baile nupcial. La que aseguraban podía ser la futura reina de España aparecía con un vestido de llamativo escote y una copa de brandy. El heredero Felipe a su lado, feliz y enamorado. A partir de ese momento se desataron los comentarios y las críticas por el famoso escote y más aún por la copa de balón en manos de Sannum. Se supo que don Juan Carlos se oponía totalmente a ese noviazgo y la reina Sofía, al contrario, daba el visto bueno.

Cuatro meses después de esa imagen, sucedía lo inimaginable. La ruptura anunciada por el propio Príncipe de Asturias a un grupo de periodistas que cubrían habitualmente la información de Casa Real y que habían sido convocados para festejar la Navidad. Durante años era habitual que el gabinete de comunicación de Zarzuela reuniera a la prensa para cerrar el año e informar de la agenda de los Reyes y el Príncipe. Ninguno de ellos aparecía en esa copa navideña. En aquel momento, el jefe de la Casa era Fernando Almansa, y Asunción Valdés, la directora de comunicación. La tarde transcurría como se esperaba. Nada fuera de lo habitual. Cava, turrones, polvorones, refrescos y charlas compartidas sobre cómo iba a pasar cada uno las fiestas.

Y de pronto sucedió lo inesperado, como recuerda Mariángel Alcázar: “Estábamos tan tranquilos de charleta cuando aparece el Príncipe. Nos saluda y nos dice que nos tiene que contar algo. Yo pensé que nos iba a dar el anuncio de su boda con Eva Sannum. Estábamos expectantes, y nos quedamos atónitos cuando nos cuenta que ha roto con ella. Como vino se fue. Y nosotros lo único que queríamos era salir de Zarzuela para pasar la información a nuestros medios”.

El futuro Felipe VI resumió sus cuatro años de noviazgo nunca confirmado hasta ese momento de una manera muy comedida y ante la cara de asombro de los allí presentes: “Quiero comunicaros la decisión que hemos tomado Eva y yo. Hemos decidido que no habrá compromiso. Por razones estrictamente personales y particulares, cada uno seguirá su camino en la vida. La decisión ha sido tomada libremente y de mutuo acuerdo”.

Una vez que dio la noticia, se despidió y el tema Eva Sannum nunca más volvió a tocarse oficialmente. Esas Navidades del 2001 fueron las más tristes para el Príncipe. Por segunda vez (la primera fue Sartorius) debía romper con la mujer de la que estaba totalmente enamorado. Esta ruptura tuvo también consecuencias en el terreno familiar y en el organigrama de Zarzuela. El Príncipe estuvo tiempo sin hablarse con su padre y exigió la salida de Fernando Almansa a cambio de dejar a Sannum. Dos años después, el 1 de noviembre, la Casa Real anunciaba el compromiso del heredero con la periodista Letizia Ortiz.