La historia detrás de la pulsera de Meghan Markle que le regaló su ex y aún sigue llevando

Meghan Markle lo ha vuelto a hacer… Sin importarle los comentarios maliciosos que han surgido anteriormente en torno a una de sus pulseras fetiche, la eligió de nuevo para su cita con Oprah Winfrey, de la que hemos podido ver un pequeño adelanto. Se trata de un diseño de oro de Cartier, con la palabra Love, valorado en 7.500 euros, que combinó con otra joya que perteneció a la fallecida Diana de Gales.

Pero ¿por qué es tan controvertido ese brazalete? Fue un regalo que le hizo su exmarido, el director y productor estadounidense Trevor Engelson, con quien Meghan estuvo casada dos años. El pasado verano, Meghan lo lució durante su aplaudido discurso en la Cumbre de Liderazgo Girl Up de la ONU y algunos haters de la pareja vieron en ello un guiño a su ex. Esto provocó el enfado de la mujer del príncipe de Harry de Inglaterra. En realidad, su relación acabó bastante mal, así que no parece muy lógico pensar que la pulsera tenga algún valor sentimental añadido para ella.

Meghan y Trevor comenzaron su noviazgo en 2004, cuando ella todavía era una joven aspirante actriz y se casaron en 2011, en una sencilla boda celebrada en Jamaica a la que asistieron unas 100 personas. Sin embargo, parece que el salto a la fama de Markle y sus respectivas agendas profesionales que les obligaban a vivir separados, ella en Canadá y él en Los Ángeles, hizo que el amor no prosperara. En 2013 llegó el divorcio. La ruptura fue desagradable, sobre todo para él, como se contó en un documental sobre la duquesa de Sussex.

Un allegado asegura que fue ella quien decidió poner punto y final a su matrimonio y que lo hizo de manera cruel. Ni siquiera tuvieron un encuentro personal para aclarar las cosas, Meghan se habría limitado a enviarle su anillo de compromiso y el de boda en un sobre certificado, lo que dejó al productor completamente devastado. Los que conocieron a la pareja afirman que durante los últimos meses de su matrimonio, Meghan hizo sentir a Engelson como "una piedra en el zapato"; ya era famosa y tenía independencia económica y ya no le necesitaba.

Polémicas aparte, la razón para que la nuera de Carlos de Inglaterra sigue llevando entonces ese brazalete de Cartier no parece tener nada que ver con su ex. El guiño, en todo caso, será para Harry y quizá también para la familia real británica. La palabra Love de la pulsera resume perfectamente la motivación de ambos para haberse trasladado a Estados Unidos y también para alejarse de la prensa británica y el encorsetamiento de la Corona.

El príncipe ha resumido así lo que han sufrido en Inglaterra: “Ha sido increíblemente duro para los dos, pero al menos nos tenemos el uno al otro". ¿A alguien le extraña que Meghan proclame su amor por su marido con gestos y joyas? Aunque esa joya se la regalara Trevor… que hoy está felizmente casado y es padre de una niña.