Cronología de los Borbón Urdangarin en Ginebra: cambios de look y un restaurante de lujo

Este viernes, la familia Borbón Urdangarin estaba citada en un evento clave para ellos: la graduación en el colegio Internacional de Ginebra de la benjamina de la familia, Irene, que hace unos días cumplía 18 años y que se propuso reunir a todos sus seres queridos en la ciudad en la que ha vivido los últimos años fuera como fuese.

Una visita exprés de apenas 24 horas en la ciudad Suiza que tuvo como protagonista indiscutible la fotografía que no veíamos desde el 80º cumpleaños de doña Sofía. No estuvieron todos. Felipe, Letizia y sus hijas se ausentaron, pero sus otros seis nietos, las infantas Elena y Cristina y hasta Iñaki Urdangarin acompañado de su madre, sí estuvieron.

Un encuentro cuyos detalles pudimos ir conociendo con cuentagotas desde las horas previas y que esperábamos que culminara con una de las instantáneas más esperadas de la familia de don Juan Carlos: la de la familia junto a Urdangarin. No obstante, consiguieron jugar lo suficiente al despiste como para que no se produjera tal instantánea.

Un encuentro, eso sí, lleno de curiosidades, cuyos detalles pudimos ir conociendo con cuenta gotas desde las horas previas y que culminaron con una de las instantáneas más esperadas de la familia de don Juan Carlos de la que conocemos la cronología al completo.

Vuelos por separado (hasta dentro del avión)

Aunque no ha trascendido el itinerario de todos los presentes, como adelantamos en estas páginas en exclusiva, sí lo hizo el del rey Juan Carlos, que en compañía de su nieto Felipe Juan Froilán voló desde el aeropuerto de Abu Dabi (punto de origen y llegada de todas sus salidas fuera de los Emiratos) con destino Ginebra el pasado jueves. No era la primera vez que cogían juntos ese vuelo. El pasado mes de enero también viajaron juntos a Grecia para despedirse de Constantino en su funeral.

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También el jueves, víspera de la graduación, a primera hora de la mañana, más concretamente, a las 9:45, la infanta Cristina y sus hijos pequeños, Miguel e Irene, se trasladaban, tal y como publicó en exclusiva el programa ‘Y ahora Sonsoles’, hasta el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para tomar un vuelo de vuelta a Ginebra. Un vuelo en el que, casualidades de la vida, coincidían con un equipo del formato de Sonsoles Ónega. Volaron juntos, sí, pero no del todo. Mientras los hijos de Urdangarin compartieron asientos de turista junto al equipo de este programa, la hija mejor de don Juan Carlos ocupó un asiento en primera clase, enfundada en un look muy cómodo.

No es de extrañar que tanto la infanta Elena como su hija Victoria Federica volasen también desde Madrid en las últimas horas acompañando a la reina Sofía, como imaginamos que Iñaki haría con su madre desde el aeropuerto de Bilbao, el más cercano a Vitoria con conexión directa con la ciudad en la que vivió tantos años en compañía de la Infanta y sus cuatro hijos.

Victoria asistió en su nueva faceta de influencer a la presentación de la primera tienda de la marca TwoJeys en Madrid a última hora de la tarde. Se llevó varios detalles tal y, como publicó en sus stories de Instagram, quizá alguno de ellos para la homenajeada del día, su prima y amiga Irene.

Un hotel con historia y sin secretos

El hotel Four Seasons Des Bergues de Ginebra se convirtió desde media mañana en el punto de encuentro de la familia Urdangarin Borbón en esta soleada mañana de viernes. Las imágenes las proporcionaron en riguroso directo desde ‘El programa de Ana Rosa’, donde pudimos ver a unas sonrientes primas Irene y Victoria Federica cruzar el umbral del exclusivo establecimiento juntas, divertidas y escoltadas por el que fuera duque de Palma, regalándonos la primera imagen para la posteridad.

Junto a ellas, también estaban la infanta Cristina, su exsuegra, Claire Liebaert, y su primogénito, Juan Valentín. El objetivo no era otro que dar la bienvenida a la otra delegación real en Ginebra: don Juan Carlos, doña Sofía y la infanta Elena descansaban en su interior a la espera de recibir la orden de cambiarse de ropa para poner rumbo a la graduación. Algo que harían más adelante.

Por lo pronto, a los pocos minutos de entrar, la homenajeada y todos los acompañantes con los que había llegado al hotel se marcharon. Irene vestía un conjunto de Zara de última colección, compuesto por una camisa de corte murciélago y una falda larga de hilo blanco bordada con detalles del fondo del mar de lo más veraniega a la par que festiva para un día como este.

No fue el look definitivo, como decíamos, todos ellos se cambiaron para las actividades que comenzaban a las 15:30 horas y que terminarían unas horas después, primero con una copa para las familias, como es tradición en la mayor parte de los colegios privados de Europa y también de España, y después con una cena privada celebrada en el interior del hotel Four Seasons, donde se alojaban los Reyes eméritos y su hija mayor.

Don Juan Carlos y Sofía, juntos de nuevo

Don Juan Carlos abandonó el hotel poco antes de la hora prevista. Acompañado por la infanta Elena y la reina Sofía, puso rumbo al anfiteatro al aire libre donde su nieta cerraría este ciclo tan completo para ella.

La infanta Elena volvió a lucir la americana blanca que llevó hace apenas unos días en uno de sus últimos actos. Entonces la combinó con un pantalón a juego; hoy, con un vestido de flores azul marino estampado en blanco y sombrero a tono. Eso sí, sin renunciar a la favorecedora flor XXL oscura que lució en la solapa y con la que las expertas de moda la llegaron a comparar con Carrie Bradshaw en la primera temporada de ‘And just like that’, el remake de ‘Sexo en Nueva York’ protagonizado de nuevo por el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker. También 'muy Carrie' era el modelo Saddle Bag de Dior que escogió como bolso para esta gran cita familiar.

La reina Sofía optó por un discreto conjunto de fondo de armario y don Juan Carlos, por una vistosa corbata verde, quizá haciendo un guiño a su hijo (V.E.R.D.E: viva el rey de España).

Graduación al aire libre y copa familiar

En el anfiteatro que cada año acoge el final de etapa de cada promoción, los 160 alumnos fueron citados un poco antes de la hora, rozando las 3 de la tarde, para ir cerrando los últimos flecos: que todo el mundo encontrase su sitio, un último vistazo al discurso y calmar los nervios. Media hora después, los Borbón Urdangarin se unieron a la enorme masa de gente que se arremolinaba a las puertas del evento. Familiares y amigos de los alumnos, que no tenían un número de entradas asignadas (podían invitar a quienes quisieran), compartían nervios con los orgullosos padres de Irene, Cristina e Iñaki, que desde hace años hacen vidas completamente separadas y solo se reúnen con sus hijos como bisagra, como en el caso de tantas parejas separadas y divorciadas de todo el mundo.

Desde sus asientos intercambiaron miradas de emoción y satisfacción. Las mismas que reinaban en las miradas de sus tres abuelos, que también estuvieron sentados juntos y en actitud relajada, de su tía Elena y de sus hermanos y primos, todos ellos desplazados hasta allí para darle su apoyo y su más sincera enhorabuena.

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Vuelta al hotel para quitarse la corbata

Finalizada la ceremonia, todos ellos volvieron a reunirse con la reina del día durante la copa posterior que ofreció el centro a los padres e invitados para celebrar y despedirse de ellos después de tantos años juntos en las aulas. No sin antes pasar por el hotel. La infanta Elena y sus hijos acompañaron de vuelta al Four Seasons a los Reyes eméritos para refrescarse y que don Juan Carlos y Froilán se quitasen la corbata, que dejaron en sus respectivas habitaciones.

Un momento en el que por fin pudimos ver el look elegido por Victoria Federica: un total look blanco compuesto por top de punto y poncho ligero que combinó con un pantalón tipo sastre con una casi imperceptible raya diplomática y sus famosos clogs, que se han convertido en sus zapatos favoritos del verano.

Cena en Il Lago

No fue el final de su viaje exprés. Los eméritos encabezaron la delegación que más tarde disfrutó de una cena en el restaurante Il Lago, intramuros del hotel Four Seasons, en el que se alojaban la mayoría de ellos. En un discreto reservado y alejados de miradas indiscretas, aprovecharon para brindar por los éxitos académicos de Irene y por su mayoría de edad, pero también por los de otros presentes, como el fichaje de Pablo Urdangarin por el Granollers. Una velada estupenda que Irene abandonó algo apurada para volverse a cambiar de ropa y desplazarse a toda prisa a la fiesta de fin de curso que celebraban sus compañeros de promoción.

Una fiesta que sin duda se alargó hasta altas horas de la noche y en la que podría haber contado con la compañía al menos de una de sus primas, Victoria Federica, con la que la relación, como decíamos, va más allá de los nexos de consanguinidad.