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Haakon de Noruega a los 50: un matrimonio a prueba de balas, disculpas y un futuro complicado
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Haakon de Noruega a los 50: un matrimonio a prueba de balas, disculpas y un futuro complicado

Al llegar a los 50, toca hacer balance de la trayectoria de Haakon como heredero, un príncipe entregado a su familia y a su deber con la Corona

Foto: Los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega. (Reuters)
Los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega. (Reuters)

Doble celebración la que vivirá la familia real noruega durante el verano. Este jueves 20 de julio, el príncipe Haakon cumple 50 años y su esposa, Mette-Marit, lo hará el próximo 19 de agosto. Desde la Casa Real ya están preparando varios festejos para conmemorar el medio siglo de sus futuros reyes, quienes atraviesan en la actualidad un momento dulce, después de múltiples problemas que les han traído numerosos dolores de cabeza. Fácil no sería la palabra adecuada para describir el pasado del príncipe Haakon, ni tampoco su futuro.

Segundo hijo de Harald y Sonia, el príncipe nació ya como presunto heredero por el simple hecho de ser varón. A pesar de que tenía una hermana mayor, Marta Luisa, en aquellos tiempos en Noruega existía la ley agnaticia, que da prioridad a los hombres por delante de las mujeres, de ahí que la princesa quedara relegada a un segundo plano. Dicha ley se cambió en 1990 por la primogenitura absoluta, aunque sin carácter retroactivo, por lo que Marta Luisa nunca optó a ser reina, algo que, según ha contado ella misma, ha sido una bendición.

placeholder Haakon, con su esposa y su hermana. (CP)
Haakon, con su esposa y su hermana. (CP)

"Estoy muy contenta de que sea mi hermano el que asuma un día el trono", declaró hace unos años en una entrevista la princesa, quien añadió: "He crecido sabiendo que Haakon será el rey. Lo tengo asumido. Nunca he sentido deseos de ser reina. Como decía mi abuelo, el rey Olav V -quien reinaba en esos momentos-, no se puede apostar por un caballo cuando ya ha comenzado la carrera, así que acepto lo que sucedió y no me importa", afirmó.

Nunca ha habido, por lo tanto, fricciones entre los hermanos porque Haakon sea el futuro rey. Tampoco envidias ni celos como sí ha habido en otras casas reales. El príncipe y su hermana han crecido muy unidos, y aunque ahora ella ha tomado un camino alternativo debido a su próxima boda con el chamán Durek Verrett, ambos siguen siendo un gran apoyo el uno para el otro. De hecho, Marta Luisa fue de las primeras en posicionarse a favor de su hermano cuando este reveló a su familia que se había enamorado de Mette-Marit.

No fue fácil para Haakon contárselo a sus padres. Aunque en casa siempre había habido mucha confianza, el hecho de que Mette-Marit tuviera un hijo de una relación anterior complicaba las cosas. No solo eso, había tenido una relación sentimental con un narcotraficante e incluso había participado en un programa de citas en la televisión. Un currículum que, en esas fechas, resultaba cuando menos sorprendente para una mujer que debía convertirse en reina consorte.

Haakon luchó con uñas y dientes para que esa relación saliera adelante, y sus padres, aunque en un principio reacios, acabaron aceptando el matrimonio. Ellos mismos sufrieron mucho en su juventud para poder estar juntos. Y es que a Olav V, el padre de Harald, no le hizo ninguna gracia que su heredero se enamorara de una costurera. Él quería para su hijo una princesa o alguna dama con título. El rechazo del monarca provocó que Harald se plantease renunciar a sus derechos dinásticos y, por su parte, Sonia se puso en huelga de hambre e incluso amenazó con quitarse la vida.

placeholder Mette-Marit y Haakon de Noruega, el día de su boda. (Getty)
Mette-Marit y Haakon de Noruega, el día de su boda. (Getty)

A pesar de que sus padres aceptaron su relación, había otras pruebas de fuego por las que tenían que pasar Haakon y Mette-Marit: la aceptación del Gobierno, quien catalogó la relación del príncipe como "peligrosa para la continuidad de la realeza", y quizás la más importante, la de la opinión pública, que se echó encima de aquel noviazgo. Y aunque Haakon continuó con su idea de casarse a pesar de todo, Mette-Marit quiso pedir perdón públicamente en televisión tres días antes de la boda.

"Mi rebelión cuando era joven fue más fuerte que la de mucha gente. Sobrepasé los límites y siento mucho aquello. Era importante para mí vivir desafiando lo que estaba aceptado", aseguró, casi entre lágrimas, aprovechando la ocasión para condenar públicamente el consumo de drogas.

Tal fue la presión que sintió la princesa, como comentaría ella misma años después, en 2021, que afectó a su salud: “Hay periodos de mi vida en los que aún no puedo pensar sin que me entren ganas de vomitar. Sobre todo, la primera fase de mi vida con Haakon, porque fue muy difícil. Algunos programas han emitido recientemente imágenes de la familia real en las que aparecen mis inicios con Haakon, y no puedo verlos”.

La boda de Haakon y Mette-Marit fue un cuento de hadas. Con las aguas más calmadas tras las disculpas de la novia, el enlace se vivió con júbilo y con gran expectación, sobre todo en España ya que el príncipe Felipe coincidió con su novia de aquel entonces, Eva Sannum, íntima de Mette-Marit, a la que se criticó sin piedad por su escotado vestido azul de raso y por ser fotografiada con una copa de balón en la mano. Aquel fue el principio del fin de la pareja...

Volviendo a los noruegos, su matrimonio no ha sido un camino de rosas. Apenas un año después de su boda, aparecía un vídeo en el que la princesa le daba un manotazo a su marido en las puertas de un avión y discutía fuertemente con su secretaria personal, Hilde Haraldstad. La propia Mette-Marit tuvo que salir a pedir perdón y la Casa Real, a través de su jefe de información, Wenche Rasch, se disculpó justificando que la discusión fue una consecuencia directa de la enorme tensión que sufre la princesa cada vez que tiene que subirse a un avión.

Ha sido precisamente ese miedo a volar el que ha hecho que Mette-Marit haya causado baja en numerosos viajes oficiales. También sus ausencias en actos llamaban mucho la atención. Siempre se alegaba un problema de salud, pero nunca se especificaba qué le sucedía exactamente a la princesa. Hasta octubre de 2018. Tras varias semanas sin aparecer en público, el Palacio daba por fin información: la heredera tiene fibrosis pulmonar crónica, una enfermedad degenerativa que provoca la cicatrización del pulmón.

placeholder Haakon y Mette-Marit, junto a Ingrid Alexandra y Sverre Magnus. (Det Norske Kongehuset)
Haakon y Mette-Marit, junto a Ingrid Alexandra y Sverre Magnus. (Det Norske Kongehuset)

"Durante varios años he tenido problemas de salud de manera regular; ahora sabemos más sobre los motivos. La enfermedad supondrá un cambio en la capacidad de trabajo", admitía la princesa. "El príncipe heredero y yo elegimos informar sobre esto ahora, en parte porque en el futuro será necesario planificar periodos sin un programa oficial, en función del tratamiento y cuando la enfermedad sea más activa", añadía.

Debido a su dolencia, la agenda de la princesa se ha limitado muchísimo, como ella ya dejaba claro en su comunicado. Esto supondrá un problema para Haakon a la hora de llevar una agenda oficial en el futuro como rey. Cabe recordar que, aunque Harald ha comunicado en numerosas ocasiones que no está dispuesto a abdicar, sus ingresos en el hospital son cada vez más seguidos.

Una vez Harald falte, Haakon será un rey en solitario. Sin poder contar con la plena ayuda de su mujer, le quedará poco de donde tirar. Su madre, quien parece contar con mejor salud que Harald, tiene 86 años y tampoco está para muchos trotes. La princesa Marta Luisa, su hermana, se ha desligado ya por completo de la familia real con su noviazgo con el chamán, una decisión tomada por ambas partes debido a las controvertidas declaraciones de Verrett, quien ha llegado a asegurar que puede curar el cáncer con una pastilla.

En cuanto a Ingrid Alexandra, es todavía muy joven y justo este año empezará su formación militar antes de iniciar la universidad. No será hasta finalizados sus estudios cuando la futura reina pueda asumir una agenda completa. Y en cuanto al pequeño de los vástagos de Haakon y Mette-Marit, Sverre Magnus, no forma parte de la familia real. Ni siquiera es alteza real, solo alteza por decisión de su abuelo Harald, por lo que se espera que trabaje independientemente de la Corona.

Haakon tiene una situación complicada, aunque él la vive con tranquilidad. Dicen quienes lo conocen que es un hombre calmado y muy cariñoso. De hecho, siempre lo hemos visto deshaciéndose en cariños hacia su esposa e hijos, y ha tratado a Marius Borg como a un vástago más. Cumple a la perfección con su papel de heredero, aunque en ocasiones ha tenido algún desliz.

En 2016, por ejemplo, tuvo que pedir perdón a través de un comunicado de la Casa Real después de que el diario 'Dagbladet' publicara que se había embolsado 1,4 millones de coronas (unos 155.500 euros) del alquiler de cinco viviendas en su residencia en Skaugum sin los permisos legales pertinentes. "No tenía derecho a hacer eso, es mi culpa", aseguró.

Ahora, al llegar a los 50, toca hacer balance de la trayectoria de Haakon como heredero, un príncipe entregado a su familia y a su deber con la Corona al que no le ha temblado el pulso a la hora de disculparse públicamente siempre que lo ha considerado necesario.

Doble celebración la que vivirá la familia real noruega durante el verano. Este jueves 20 de julio, el príncipe Haakon cumple 50 años y su esposa, Mette-Marit, lo hará el próximo 19 de agosto. Desde la Casa Real ya están preparando varios festejos para conmemorar el medio siglo de sus futuros reyes, quienes atraviesan en la actualidad un momento dulce, después de múltiples problemas que les han traído numerosos dolores de cabeza. Fácil no sería la palabra adecuada para describir el pasado del príncipe Haakon, ni tampoco su futuro.

Haakon de Noruega
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