Este es el significado de las flores que Amalia de Holanda le ha regalado a España a través de este jardín madrileño

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En los últimos días, la Plaza de Oriente en Madrid se ha llenado de simbolismo gracias a un emotivo gesto de la princesa Amalia de los Países Bajos. En concreto, en esta emblemática ubicación se han plantado tulipanes blancos y naranjas, las flores nacionales de los Países Bajos, como una muestra de gratitud hacia la ciudad que fue su refugio durante uno de los momentos más complicados de su vida.

Este jardín, inaugurado el 11 de noviembre, es un regalo que une tradición, cultura y una historia personal profundamente conmovedora. La aristócrata vivió de forma discreta en la capital española durante el año 2023 tras recibir graves amenazas de la organización criminal Mocro Mafia. Bajo estrictas medidas de seguridad, la princesa residió en la capital española mientras cursaba sus estudios universitarios.

En un comunicado enviado para la ceremonia, la heredera expresó el papel fundamental que Madrid tuvo en su vida: "Madrid fue mi casa durante un tiempo", declaró, destacando el apoyo y la calidez que encontró en la ciudad. De este modo, el gesto de plantar tulipanes, además de ser un agradecimiento personal, tiene un profundo significado cultural.

Los tulipanes blancos, que forman parte del jardín, representan pureza y un nuevo comienzo, mientras que los de color naranja simbolizan energía, optimismo y también la conexión con la familia real neerlandesa, que tiene como emblema el color naranja. Estos colores, floreciendo juntos en la primavera madrileña, reflejarán la unión y la amistad entre España y los Países Bajos.

Además, la ceremonia contó con la presencia del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el embajador neerlandés Roel Nieuwenkamp. Aunque la remitente no estuvo presente, su mensaje recordó el lazo especial que comparte con España y, particularmente, con la familia real española, especialmente el rey Felipe VI, uno de sus padrinos.

De este modo, los tulipanes no solo suponen un símbolo de agradecimiento, sino también de resiliencia y renovación. Gracias a este regalo, este jardín en el corazón de Madrid embellecerá la ciudad, pero también contará una historia de apoyo y hospitalidad, demostrando que los gestos florales pueden transmitir mensajes mucho más profundos que las palabras, como en esta ocasión especial.