Más favorecida y con looks perfectos para una joven royal de 21 años: los secretos detrás del cambio físico de Amalia de Holanda

La semana pasada, la princesa Amalia se convirtió en la protagonista indiscutible del mundo royal con tres potentes apariciones. Su actitud mucho más segura unida a unos estilismos muy cuidados provocaron que la heredera holandesa brillará más que nunca, algo que no pasó desapercibido para nadie. Detrás de esa nueva imagen se encuentra un nombre propio, el de la estilista que desde hace un par de meses se encarga de elegirle la ropa para las grandes ocasiones, así como un duro entrenamiento en el gimnasio.

La responsable de que Amalia llamara tanto la atención con sus looks es Lizzy Cachel Teubel. Según se describe ella misma en su cuenta de Instagram, es una "estilista y decoradora de interior". Te ayuda como "personal shopping, closet detox y a elegir estilo para interiores o eventos". Además, tiene su propia marca de joyas desde 2019, llamada Liz Cachel Essentials, en la que vende anillos, pendientes y demás alhajas por menos de 100 euros.

Lizzy fue la responsable de que en el Prinsjesdag, el acto más importante de la agenda de los Orange, Amalia dejara a todos con la boca abierta luciendo un espectacular vestido capa en color verde de la firma Safiyaa. La princesa lo combinó con complementos en dorado: una diadema de la marca Vilma que representa perlas doradas y que decoraba su rubia melena, unos pendientes en forma de botón de la joyería Lott, de 220 euros, y un clutch de la firma Jacquemus, el modelo Carré, valorado en 770 euros.

Una vez finalizó el Prinsjesdag, la princesa Amalia cogió un avión privado junto a su madre, la reina Máxima, para asistir en Atenas a un evento solidario organizado en memoria de Marianna Vardinogiannis, gran amiga de la familia. La esposa y la primogénita de Guillermo Alejandro fueron de las invitadas más elegantes: mientras la primera estrenó un mono color nude de Elie Saab, la heredera volvió a generar expectación con un dos piezas color rosado de Max Mara.

Tras este acto, las dos regresaban a los Países Bajos para continuar con su agenda. Al día siguiente, los reyes ofrecieron una cena en honor al Consejo de Estado en el Palacio de Noordeinde, al que no faltó Amalia. La princesa de Orange lució un dramático vestido azul con escote cuadrado de Alex Perry con una pequeña cola incorporada, y joyas de la familia real.

Además de contar con la ayuda de Lizz, Amalia también está recibiendo un duro entrenamiento en un gimnasio de Ámsterdam. Se trata de un gym con vistas a uno de los canales de la capital, ubicado en el interior de un famoso hotel. Según puede leerse en su web, "es un destino de bienestar para hacer ejercicio y relajarse, con un espacioso gimnasio totalmente equipado que ofrece clases, sauna y baño de vapor. Además, cuenta con un spa para masajes y tratamientos exclusivos para relajarse y revitalizarse".

Cada día, cuando termina sus clases en la Universidad de Ámsterdam la heredera al trono se dirige hasta este gimnasio para seguir con una rutina que le han puesto y con la que se siente muy cómoda.