La millonaria cifra del coste de la coronación de Carlos III: menos que Isabel II, pero astronómica para Felipe y Letizia

El primer año de reinado de Carlos II ha estado marcado por los problemas de salud que han afectado a los miembros de la familia. Si en enero conocíamos que Kate Middleton se sometía a una operación abdominal, en febrero el Rey anunciaba que había sido diagnosticado de cáncer. Últimamente ha sido Camila quien tuvo que cancelar varios actos de su agenda por una infección en el pecho. Es por ello que uno de los pocos momentos festivos que ha vivido desde entonces la familia real al completo fue también el primero: la histórica coronación del monarca.

Ahora, el Ministerio de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte ha desvelado el coste de la coronación, que asciende a un total de 72 millones de libras, lo que serían más de 85 millones de euros. Parte de esa partida era en relación con el equipo de seguridad, tanto el que protegía a la familia real durante el recorrido como el que se ocupaba del multitudinario público.

Según el informe publicado, ese gasto asciende a de 21,7 millones de libras, 25 millones de euros, que fueron procedentes del Ministerio del Interior. Una cifra desorbitada comparada con otras proclamaciones a nivel europeo, como la de Felipe VI en 2014, que fue de 132.000 euros.

No obstante, es considerablemente inferior a la del funeral de su madre, la reina Isabel II. El adiós a la monarca, o la también llamada ‘Operación Puente de Londres’, supuso un coste de 162 millones de libras. Duró diez días entre el traslado del cuerpo, el cortejo fúnebre, el servicio religioso en la Abadía de Westminster de Londres y la ceremonia familiar en la Capilla San Jorge del palacio de Windsor.

Aunque no hay una cifra específica del gasto de Isabel II para su coronación en 1953, fue mucho mayor que la de su hijo casi 70 años después. La lista de invitados de Carlos III fue muy inferior, pasando de ocho mil a 2.500 personas, contando a familiares, autoridades y rostros ilustres del país.

Asimismo, el Rey rompió la tradición de utilizar la carroza ‘Gold State’ y la sustituyó por la ‘Diamond Jubilee’, en homenaje a su madre, ya que fue el último carruaje fabricado bajo su reinado, y más cómodo, porque cuenta con calefacción.

La coronación de Carlos fue la primera en formato transmedia, con una audiencia mundial estimada de 2.000 millones de personas en 125 países, tal y como detalla el Ministerio de Cultura. Su madre protagonizó la primera ceremonia televisada, con una alcance de 27 millones de espectadores.

Estás cifras, además de haber reducido el gasto y haber abierto propiedades reales hasta ahora inexpugnables, le consagran como un monarca más austero y preocupado por las finanzas de la Corona, siempre teniendo en cuenta que estamos hablando de una fortuna millonaria que crece cada año.

Sin embargo, no será lo único que acreditará su legado, ya que queda patente su interés por las organizaciones medioambientales y artísticas, a las que tanto él como Camila apoyan. Es por ello que la reina, para retomar su agenda, ha priorizado los eventos relacionados con estas disciplinas. Este mismo jueves no dudó en acudir a una recepción a la Fundación Booker Prize para conocer a los seis autores preseleccionados en Clarence House.