El look coquette de Kate Middleton para el concierto del 80º aniversario del Día de la Victoria: un dos piezas blanco y el collar de perlas de cinco vueltas

Con motivo del 80º aniversario del Día de la Victoria, Kate Middleton regresaba a la abadía de Westminster para asistir servicio religioso junto al resto de la familia real británica. Un acto en el que el rey Carlos y la reina Camila han estado acompañados por los príncipes de Gales, los duques de Edimburgo, los duques de Gloucester y la princesa Ana y su marido. Tras finalizar la ceremonia, se confirmó que, de nuevo, volverían a reunirse al completo para el concierto convocado por SSAFA, la organización benéfica de las Fuerzas Armadas.

El escenario no podía ser otro que Horse Guards Parade, un gran campo de desfile en el centro de Londres, donde se colocó un escenario en el que contaron con varias actuaciones y testimonios de veteranos, entre otros. A falta de cinco minutos para las 21:30, la familia real hizo su aparición estelar, aunque fue Kate quien volvió a acaparar todos los flashes.

La princesa de Gales cambió el vestido polka dot y el tocado de rejilla para seguir el protocolo de la noche, mucho más relajado y en tono más festivo. Eso sí, mantuvo el blanco combinando una blazer en tejido tweed adornada con un cinturón y una falda plisada con el bajo elaborado en encaje.

Además del impresionante look, Kate se complementó el conjunto con varios accesorios. Por un lado, escogió el collar de perlas de cinco vueltas del catálogo de Susan Caplan. Se trata de una pieza que estrenó el pasado mes de enero para el Día del Recuerdo del Holocausto, por lo que su reutilización sería un guiño. Ya que las perlas se han asociado con el duelo y la reflexión, continuó estrando los pendientes, que también poseían este brillante junto con matices en oro, de Orelia Jewellery.

En contraste con el blanco, la princesa de Gales eligió un bolso Chanel oscuro y rescató un elemento distintivo de su estilo de belleza de sus días como duquesa de Cambridge. Recogió su cabello con un lazo de terciopelo negro, una elección frecuente antes de ascender en la línea de sucesión.

Una ocasión muy especial en compañía del príncipe Guillermo en la que conversaron amablemente con algún veterano, e incluso uno de ellos se acercó a Kate para darle un beso y un abrazo. Una noche que también compartieron con los reyes, Carlos III y Camila, y los duques de Edimburgo, que se sentaron en la primera fila de las gradas para disfrutar del concierto en homenaje al 80º aniversario del Día de la Victoria.