La Reina y su potente discurso en el Día Mundial de la Alimentación: de su cita a Felipe VI al hambre como “herida abierta”

La Reina de España ha pronunciado un discurso lleno de fuerza y compromiso durante la conmemoración del 80º aniversario de la FAO en Roma, como embajadora de la organización. En un momento especialmente destacado, doña Letizia ha recordado una de las frases más poderosas de su marido, el rey Felipe VI, pronunciada recientemente en Nueva York durante su intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas: “La dignidad del ser humano no es negociable”. Con estas palabras, la Reina ha subrayado que solo si se colocan los derechos de las personas en el centro de las políticas alimentarias se podrá garantizar un futuro justo y sostenible para todos.

La Reina ha señalado que esta jornada no es solo una celebración, sino también “una renovación de compromisos”. Ha agradecido a todas las personas que, durante ocho décadas, han trabajado para que la FAO mantenga su autoridad técnica y legitimidad política. Asimismo, ha recordado que el objetivo fundacional de la organización, luchar contra el hambre y promover una alimentación adecuada para todos, sigue siendo más necesario que nunca.

“La FAO sigue contando con un cuerpo técnico extraordinario, muy sólido y altamente cualificado, que mantiene su prestigio en todos los países donde trabaja sobre el terreno”, ha afirmado Letizia, destacando la labor de quienes día a día enfrentan los retos de garantizar la seguridad alimentaria a nivel global.

La Reina no ha dudado en enumerar los principales desafíos que enfrenta la humanidad: “El hambre sigue siendo hoy una herida abierta y un arma de guerra en muchos lugares”. Ha denunciado también la concentración corporativa de los sistemas alimentarios, el despilfarro de recursos —“un tercio de la producción mundial termina en la basura”— y los efectos del cambio climático, que “afectan en mayor medida a los que menos tienen”.

En un mensaje dirigido especialmente a las mujeres, doña Letizia ha subrayado su papel central en la agricultura familiar y en la gestión alimentaria de los hogares. Pese a su contribución fundamental, ha recordado que “siguen enfrentándose a desigualdades de acceso a los recursos, al crédito y a la educación en muchas áreas”.

Doña Letizia ha reafirmado también el compromiso de España con la organización: “España se siente muy vinculada a la historia de la FAO con un compromiso inquebrantable. Promovemos el derecho a la alimentación adecuada, fortalecemos el trabajo con los parlamentos, sobre todo en América Latina, y apoyamos la acción de la FAO con pueblos indígenas y comunidades rurales, además de poner a disposición especialistas y conocimiento técnico en contextos de conflicto”.

En uno de los momentos más potentes de su intervención, la Reina ha insistido en que la dignidad y los derechos humanos deben ser el eje de cualquier política alimentaria: “Solo si ponemos en el centro de las políticas alimentarias los derechos de las personas respetaremos esa dignidad”, ha subrayado.

Y ha concluido con un llamamiento a la acción colectiva y a la cooperación multilateral: “En tiempos de desconfianza, quizá sería interesante que quien tenga una idea mejor que seguir trabajando en la cooperación internacional para que todas las personas se alimenten adecuadamente, pudiera venir aquí y contárnosla. Mientras tanto, sigamos empeñados, con la mejor voluntad y efectividad, en cooperar, en asistir, en preocuparnos y actuar para ayudar a quienes tienen las cosas más difíciles”.

La Reina, quien ha improvisado en su discurso, ha querido también hacer referencia a una cita del Papa Francisco, pronunciada solo unos minutos antes: "No veamos el sufrimiento como algo ajeno, sino propio".

Con estas palabras, Letizia ha reafirmado su papel como referente en la promoción de los derechos humanos y la cooperación internacional, dejando claro que la lucha contra el hambre y la malnutrición sigue siendo una prioridad innegociable para España y para la comunidad internacional.