Es noticia
Menú
Anna May Wong: el drama de una estrella oriental a la que Netflix rescata del olvido
  1. Celebrities
en la serie 'hollywood'

Anna May Wong: el drama de una estrella oriental a la que Netflix rescata del olvido

Aunque la serie de Ryan Murphy ha inventado una realidad paralela en la que venció la discriminación racial, su vida fue un cúmulo de tragedias que finalizaron con una muerte prematura

Foto: Anna May Wong, en una imagen publicitaria de los años 30. (Cordon Press)
Anna May Wong, en una imagen publicitaria de los años 30. (Cordon Press)

Murió joven, cayó en el olvido y en los últimos años hasta Ryan Murphy ha querido rescatar su nombre de una relativa oscuridad. 'Hollywood', una de las últimas series de Netflix, ofrece una realidad alternativa para Anna May Wong, la actriz oriental (pero nacida en Los Ángeles) que sufrió el encasillamiento y la negación de su talento a causa de sus rasgos. En la ficción, Wong acaba ganando un Oscar y siendo venerada por una industria, la del cine, que en realidad solo supo darle migajas.

Nacida en 1905, de niña se enamoró de la floreciente industria del cine. Era muy pequeña cuando utilizaba las monedas que sus padres le daban para el almuerzo y se las gastaba en meterse en una sala para ver películas. Rebelde y decidida, faltaba al colegio y hacía todo lo posible por colarse en los rodajes que tenían lugar cerca de su casa. Tanto que los directores de aquel cine primigenio le pusieron el mote de CCC (Curious China Child) cuando comenzaron a utilizarla como figurante. Ella misma se rebautizó como Anna May Wong con apenas 11 años. Su nombre de nacimiento era, de hecho, Wong Liu Tsong.

Pocos años más tarde comenzó a destacar cuando participó en una película al lado de la legendaria Alla Nazimova. Con apenas 17 años, en 1922, protagonizó su primer filme: 'The toll of the sea'. Sin embargo, su origen étnico siempre se lo puso bastante difícil. Ningún director quería contratarla para personajes principales o que se saliesen del estereotipo pese a que ya era una especie de estrella en Estados Unidos. La 'culpa' de su fama la tuvo su aparición en 'El ladrón de Bagdad', donde se midió codo con codo con el aventurero y seductor Douglas Fairbanks. Empero, todo intento de prosperar más allá de la encarnación de la típica 'lady dragon' era inútil.

Su mala suerte tampoco ayudaba: cuando formó su propia productora su socio la acabó estafando hasta que se terminó disolviendo. Los escándalos también la acompañaron de por vida. Siendo aún menor de edad, mantuvo un romance interracial con el director de 'La parada de los monstruos', Tod Browning. Aunque Estados Unidos fantaseaba con su mirada exótica y sus vestidos extravagantes jamás le perdonó sus orígenes étnicos. A principios de los 30, en plena explosión del cine sonoro, se acabó mudando a Europa. Desde allí afirmó que "todo parece poco para mí en Hollywood, porque, en lugar de los verdaderos chinos, los productores prefieren húngaros, mexicanos, indios americanos para los papeles chinos".

placeholder Anna May Wong, en una imagen publicitaria. (Cordon Press)
Anna May Wong, en una imagen publicitaria. (Cordon Press)

En el Viejo Continente le fue bastante mejor. Trabajó al lado de un jovencísimo Laurence Olivier y su extraña magia llevó a numerosos espectadores al teatro. Eso fue lo que posibilitó un regreso a Hollywood y un contrato por parte de Paramount. Sin embargo, la meca del cine no había cambiado durante su ausencia. Los romances entre personas de diferentes razas fueron terminantemente prohibidos por el Código Hays y a ella no le quedaba otra que ser la secundaria exótica en películas como 'El expreso de Shanghai', cinta a mayor gloria de Marlene Dietrich.

Harta del ostracismo y la exclusión, en los años 30 llegó a escribir un artículo en el que, a modo de queja, representó a muchas de las minorías que entonces trabajaban en la industria del cine. "¿Por qué la china es siempre el villano? Y un villano tan grosero, asesino, traicionero, ¡un serpiente en la hierba! No somos así. ¿Cómo podríamos serlo, con una civilización que es mucho más antigua que Occidente?". Aquello le generó no pocos enemigos y, entre otras cosas, impidió que protagonizase 'La buena tierra'. El personaje de la cinta, de origen chino, parecía escrito para ella, pero le acabó dando la gloria y un Oscar a Luise Rainer. Aquel fue, según algunos medios, "uno de los casos más notorios de discriminación en los años treinta". Lo mejor fue la excusa de la productora, la todopoderosa Metro-Goldwyn-Mayer, para no contratarla. El estudio argumentó que era "demasiado china para interpretar a una china".

placeholder La chinoamericana, en una imagen de archivo. (EFE)
La chinoamericana, en una imagen de archivo. (EFE)

En los años de la Segunda Guerra Mundial decidió volver sus ojos hacia la propia China, un país que la consideraba persona non grata debido al cliché de los personajes que encarnaba. Pese a las críticas, Wong no dudó un solo momento en donar dinero para sus habitantes durante el conflicto. También luchó por encarnar con veracidad y justicia a las mujeres de ese país. Lo hizo en producciones de bajo presupesto que, por primera vez, le dieron la libertad de hacer lo que le daba la gana. En 1956, por ejemplo, presentó uno de los primeros documentales de EEUU sobre China narrados en su totalidad por un chino estadounidense.

Sin embargo, su popularidad y su poder fueron mermando con el paso de los años.Tanto que se dedicó a invertir en bienes raíces y encaminó su carrera hacia la televisión, incipiente medio en el que protagonizó 'The Gallery of Madame Liu-Tsong'. Por entonces ya arrastraba problemas de salud (en 1953 sufrió una hemorragia interna que su hermano achacó al estrés y a un consumo excesivo de alcohol) y vivía en un confortable semiolvido del que la rescató la estrella que le otorgaron en el Paseo de la Fama a finales de los 50. En febrero de 1961, y dos días después de aparecer en el programa televisivo de Barbara Stanwyck, falleció de un infarto a los 56 años. Para el recuerdo, siempre quedará aquella frase en la que resumió la imposibilidad de demostrar su talento: "Siempre debo morir en el cine, para que la chica blanca con el pelo amarillo pueda conseguir al chico".

Murió joven, cayó en el olvido y en los últimos años hasta Ryan Murphy ha querido rescatar su nombre de una relativa oscuridad. 'Hollywood', una de las últimas series de Netflix, ofrece una realidad alternativa para Anna May Wong, la actriz oriental (pero nacida en Los Ángeles) que sufrió el encasillamiento y la negación de su talento a causa de sus rasgos. En la ficción, Wong acaba ganando un Oscar y siendo venerada por una industria, la del cine, que en realidad solo supo darle migajas.

Series de Netflix
El redactor recomienda