Robert Redford usó doble calzoncillo para 'protegerse' de Barbra Streisand

El clásico de 1973 'The Way We Were', que aquí conocimos como 'Tal como éramos', consiguió ganar dos premios Oscar y nos dejó las magníficas interpretaciones de Robert Redford y Barbra Streisand. Pero tras las cámaras la tensión reinaba entre las dos estrellas. Así lo revela el escritor Robert Hofler en su libro de larguísimo título 'The Way They Were: How Epic Battles and Bruised Egos Brought a Classic Hollywood Love Story to The Screen', que acaba de salir a la venta.

La obra detalla la tortuosa preproducción, rodaje y posproducción de la legendaria película romántica, uno de los clásicos de Redford, destacando el dato de que el intérprete en un principio no quería trabajar con una mujer a la que no consideraba una "actriz seria" e incluso quería "protegerse" de ella, ya que estaba felizmente casado y era padre de cuatro hijos.

Streisand, por su parte, estaba "hipnotizada" por la belleza física de Redford y deseaba desesperadamente "montárselo con él". Incluso se puso un bikini para la escena de sexo de la película, pero Redford se puso "doble calzoncillo" y se aseguró de que la escena fuera "recomendada para todos los públicos", según el autor de la obra.

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La película se rodó entre agosto y noviembre de 1972, cuando Redford tenía 36 años y Streisand, 30. El libro revela también que durante su segunda escena de sexo, el actor se negó a decir la frase "esta vez será mejor", porque opinaba que la gente pensaría que en la vida real era un fracaso en la cama. Aquella escena tendría otro efecto imprevisto: durante años, desconocidos se acercaban a Redford por la calle e intentaban apartarle el flequillo como hacía Streisand, para su "horror".

La película fue un éxito comercial y de crítica, y la canción interpretada por Streisand le granjeó un Oscar y también alcanzó el número uno las listas de éxitos musicales. Pero, según el libro, al principio Redford ni siquiera estaba interesado en el guion y le dijo al director Sydney Pollack que su personaje, el guapo e inteligente Hubbell Gardiner, era "cutre". Peor aún, Redford pensaba que era un "muñeco Ken", el inseparable compañero de Barbie.

Pollack empezó entonces ocho meses de "cortejo incesante" para conseguir que Redford aceptara el papel o, como dijo el realizador, "ocho meses matándole a palos para conseguir que lo hiciera". Uno de los principales obstáculos que tuvo que superar fue la reticencia de Redford a trabajar con Streisand.

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"Tiene fama de ser una persona muy controladora. Se dirige a sí misma. Nunca funcionará", fueron las palabras de Redford sobre ella. Incluso se opuso a su pasado como cantante: "No va a cantar, ¿verdad? No quiero que cante en medio de la película", llegó a decir Redford.

La química "poco convencional" entre los dos protagonistas era exactamente lo que la película requería, y cuando por fin se sentaron para su primera lectura fue como si "un relámpago" estallara en la sala. Tras algunos retrasos de última hora –Redford fue atacado por un murciélago en su rancho de Utah y tuvo que someterse a dolorosas vacunas contra la rabia-, el rodaje comenzó en septiembre de 1972 en el campus del Union College de Schenectady, en Nueva York.

Las diferencias entre los dos protagonistas se hicieron notar durante todo el rodaje. Mientras Redford se hizo conocido en el plató por su "extrema despreocupación", Streisand destacó por su "ansiedad crónica". Una vez que la película se convirtió en un éxito, se habló de una secuela, pero una vez más fue la reticencia de Redford la que lo hizo imposible. El libro explica que el actor nunca tuvo interés en hacer una segunda parte, y una vez llegó a decir: "Yo no, pero Barbra sí".