Las uvas de la ira: Brad Pitt y Angelina Jolie, nueva batalla por su viñedo en Francia

Aunque Angelina Jolie y Brad Pitt se enamoraron cuando rodaron ‘Sr. y Sra. Smith’ en 2005, lo más probable es que los fans de la pareja nunca imaginaran lo mucho que los dos actores iban a pelear fuera de la gran pantalla.

Los que un día fueron ejemplo de familia idílica como padres unidos de sus seis hijos acaparan hoy portadas más allá de sus exitosas carreras profesionales por cuestiones derivadas de su mediático divorcio.

En el último año, si bien parece que está sofocada la polémica lucha por la custodia de los niños, el foco de acusaciones y demandas entre Pitt y Jolie es el que un día fuera su nidito de amor en Francia: el Château Miraval.

Se trata de una construcción situada en la Provenza francesa, de la que la pareja se habría enamorado cuando disfrutaban de la geografía de la zona en una de las ediciones del Festival de Cannes. Inmediatamente, el matrimonio puso la vista en la propiedad y juntos compraron este viñedo de 30 hectáreas, dotado de 25 habitaciones con vistas a los cultivos.

Tanto gustó a los Pitt-Jolie que decidieron que su enlace, en 2014, tuviera lugar en este enclave, así como las numerosas vacaciones que la familia ha disfrutado en tierras francesas a lo largo de los 12 años que los actores estuvieron juntos.

Miraval: lucha encarnizada

No obstante, desde que el matrimonio anunció su divorcio en 2016, uno de los focos de mayor tensión y enfrentamiento entre los actores ha sido la posesión de la propiedad. El que fuera recuerdo de un día muy especial para ambos ha pasado a ser motivo de duras acusaciones entre los famosos intérpretes.

En junio de 2022, según una demanda interpuesta por Brad Pitt contra Angelina Jolie, el actor acusaba a su exmujer de haber vendido la mitad de su parte del Château Miraval al empresario ruso Yuri Shefler sin su consentimiento legal.

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Además, tal y como publicaban algunos portales de información como ‘Page Six’, lo que realmente habría producido la encarnizada guerra sobre el viñedo es que Brad Pitt mantiene que las intenciones de Angelina han sido las de vengarse de él a la hora de realizarse la venta de la propiedad.

“Ella vendió su participación con el conocimiento y la intención de que Shefler y sus afiliados buscaran controlar el negocio al que se había dedicado Pitt y socavar la inversión de Pitt en Miraval”, argumentan.

Es lo que, según se entiende en la contrademanda a la que ha tenido acceso ‘Daily Mail’, habría supuesto, realmente, el inicio de la última batalla entre la expareja, que continúa a la espera de resolverse en los juzgados.

“Como se demostrará en el juicio, las acciones de Jolie fueron ilegales, dañaron grave e intencionalmente a Pitt y se enriqueció injustamente”, afirma el medio británico a través del documento presentado por los abogados del actor en el Tribunal Superior de Los Ángeles.

La respuesta de Angelina

Por su parte, Angelina, a la que la fama de luchadora no solo la acompaña en la pantalla, no se ha quedado de brazos cruzados en todo este tiempo. Después de la demanda interpuesta por su expareja por la supuesta venta secreta de su parte del viñedo, la actriz denunció a Pitt argumentando que este la había mantenido fuera del negocio con la intención de acabar con parte del mayor activo para la actriz, su empresa Nouvel LCC.

“Pitt y sus aliados llevaron a cabo acciones ilegales y maliciosas con la intención de perjudicar a Jolie y a Nouvel, devaluando sus inversiones y privándola de su papel adecuado en la gestión del Château Miraval, el mundialmente famoso productor de vino rosado”, figura en la contrademanda interpuesta por Angelina.

Una demanda en la que, además de argumentar que Brad Pitt emplea la propiedad como su “feudo personal”, disponiendo de esta a su antojo, solicita al actor una cantidad próxima a los 250 millones de dólares en concepto de indemnización.

De esta manera, Angelina y Brad se suman a la larga, larguísima, lista de matrimonios célebres que, una vez separados, han luchado con uñas y dientes en los tribunales por no perder un solo dólar en el camino.