El marido de Scarlett Johansson, Colin Jost, revela qué le hizo enamorarse de ella

Extremadamente discreta en todo lo que rodea a su vida personal, Scarlett Johansson es una de las estrellas de Hollywood que mantiene ese aire misterioso lejos del ojo público. Sin redes sociales, con una hermética vida privada y poco habitual de fiestas o estrenos, solo sus compromisos profesionales hacen que rompa esa reserva.

Así, su reciente visita a Madrid, donde no se perdió la gastronomía de la capital, estuvo centrada en la presentación de su última película, 'Fly me to the moon'. Aunque, en plena "burbuja de felicidad familiar", como ella misma confesó en una entrevista pasada a la revista 'People', su marido sí ha querido hace runa excepción al hablar sobre su faceta más privada.

El cómico y guionista Colin Jost reveló en una entrevista para 'The New York Times' como le conquistó la faceta como madre de la actriz de 'Match Point'. Unas palabras con las que dejó claro lo importante que resultó para él conocer la relación, madre e hija, de Scarlett Johansson y su primera hija, fruto de su segundo matrimonio con el periodista francés Romain Dauriac.

"Creo que parte de la razón por la que me enamoré de ella es que es una gran madre. Conozco a Rose, mi hijastra, desde que tenía dos años. Es raro. De hecho, puedes tener una especia vista previa de alguien como es alguien como madre", declaraba para el periódico estadounidense.

Además, de explicar que, a pesar de la fama de ambos, su rutina diaria es de lo más mundana. El matrimonio vive a las afueras de Nueva York, estado natal de ambos, en una espectacular villa en la zona de Rockland County, con vistas al río Hudson. Por ello, Colin Jost aseguró que la gente no se puede imaginar cuantas cosas normales hacen, en muchas ocasiones ligeramente disfrazados.

'Ella va al supermercado....Es muy buena usando sombrero y sigue moviéndose con normalidad. Puede pasar desapercibida, por lo que también puede hacer todas estas cosas cotidianas y disfrutarlas", reveló en referencia a su mujer y madre de su hijo Cosmo, el primero en común. Aunque, eso sí, se debe reconocer que menos habitual es hacerlo desde una mansión campestre de 4 millones de dólares.