Detallista y exigente: retrato de la viajera española

Ellas llevan las riendas. Metódicas y exhaustivas a la hora de elegir, funcionales e interesadas en sacar el máximo provecho de los viajes. Éste es el retrato de la turista española media, de acuerdo con un estudio encargado por la cadena de hoteles NH. Los hombres, quizás más despreocupados o insensibles, no se interesan demasiado por los detalles de la habitación, pero valoran más ciertas cuestiones tecnológicas, como la disponibilidad de un acceso cómodo a internet.

Una vez más es cuestión de sexos, aunque la investigación depara sorpresas. Parece que los hombres comienzan a tomarse en serio su papel en la familia, ya que son ellos los que más se preocupan porque en sus viajes existan actividades especialmente diseñadas para los más pequeños de la casa.

El ocio sigue siendo el principal motivo por el que las mujeres deciden desplazarse de sus casas durante unos días. Así, la mitad (el 50,8%) señala exclusivamente al descanso como objetivo de sus viajes, y sólo un 8% se desplaza únicamente por motivos laborales. Eso sí, un 46% alterna ambas posibilidades, y viaja a la vez por negocios y por placer.

Sea cual sea el motivo, lo seguro es que el desplazamiento estará bien planificado: más de un tercio de las mujeres dedica más de diez horas a la organización del viaje. ¿Cómo buscan la información? Fundamentalmente en internet (un apabullante 90%), aunque sin descartar los ‘canales tradicionales’, como las agencias de viajes o el boca-oreja. Más de tres cuartas partes de las mujeres encuestadas aseguraron que se documentan con profusión sobre la agenda cultural de los lugares que visitan. No como los hombres, ciertamente, que se muestran pasivos a la hora de informarse sobre las alternativas de ocio.

La situación del hotel es fundamental a la hora de escogerlo (al menos así lo asegura el 92% de las encuestadas), pero también detalles como si las habitaciones son dobles por tener una cama de matrimonio o dos individuales, o la dicotomía entre ducha y bañera en el aseo. Y es que el cuarto de baño es la estancia por la que las turistas miden su satisfacción: casi un 75% comprueba su estado nada más entrar en la habitación, y no siempre salen satisfechas. ¿Motivos? La potencia del secador, por ejemplo, que resulta insuficiente para un 63%. O los ‘nanoscópicos’ tubos de dentífrico, insuficientes para casi el 60%.

Nada de bombones de cortesía: ellas prefieren cosas más prácticas, como unas botellas de agua. No es de extrañar, por tanto, que las instalaciones favoritas en el interior de los hoteles sean el spa, la piscina y el gimnasio.