Armani y Lagerfeld llevan el lujo a la pastelería navideña

El hiperactivo Karl Lagerfeld ha vuelto a sorprender a propios y extraños con su última ocurrencia. El hombre que perdió más de 40 kilos sólo para poder ponerse ropa de Slimane ahora se lanza al mundo calórico de la confitería navideña, no sabemos si sólo como decorador o también como catador, creando el envoltorio para un tronco de navidad con la prestigiosa pastelería parisina Lenôtre, que este año celebra su medio siglo de existencia.

Pan de jengibre, chocolate, almendras y avellanas con un relleno de compota de naranja dulce y albaricoque y coulis de chocolate conforman esta versión del pastel típico galo en estas fechas, para el que Lagerfeld ha diseñado una caja con espejos abatibles (que permiten servirlo directamente en la mesa) y un hacha hecha de azúcar carmelizado. Por desgracia, la única tienda de Lenôtre en España, en Marbella, no distribuirá este dulce. Para comprarlo habrá que ir a las tiendas francesas de la casa.

Y no es el único que se lanza a esto del dulce navideño. Después de colonias, ropa de casa, perfumes, flores, libros y café, Giorgio Armani se ha decidido a vender en su tienda de la milanesa via Manzoni 31 pandoros, ese tradicional dulce italiano que se ha hecho tan popular en los últimos años.

En un envoltorio dorado atado con una cinta marrón, el dulce se ofrece en sus dos versiones más conocidas: el pandoro simple o el panettone, con frutas confitadas y uvas pasas. Armani, que se ha especializado en poner su nombre a cualquier producto (con su nombre se venden desde caterings de empresa a kits de bebé), da otra vuelta de tuerca más en su concepto del ‘diseño total’. Ante el aporte calórico que propone para estas fiestas cabe preguntarse si su siguiente producto serán unas pastillas adelgazantes. Ahí seguro que arrasa.