Spuistraat: la calle más cool de Ámsterdam
Todas las grandes ciudades del mundo tienen una calle que se convierte en eje central de la actividad creativa de la urbe: la de la capital holandesa es esta
W Amsterdam: dulces sueños
Estratégicamente situado, el W Amsterdam es un hotel que vale por dos. Nos explicamos: dos edificios (un antiguo banco y una central telefónica) albergan este hotel de cinco estrellas que ha sabido respetar la estructura arquitectónica de ambos edificios para crear un interiorismo contemporáneo. No te dejes engañar por la sobriedad del exterior del edificio, porque aquí, como en las ostras, la perla está en el interior. 238 habitaciones, 23 suites 3 WOW suites (no es broma, es el nombre que reciben) y dos super WOW suites (183 m2 de habitación, ¿no se merece una onomatopeya de admiración?). Y lo mejor es que el W está justo en la zona central de la ciudad, así que en un minuto, estarás en la plaza Dam o en el epicentro del barrio rojo.
Spuistraat, 175.
The Butcher 9 Streets: deseo carnal
Desde su apertura en 2012, la factoría The Butcher no ha parado de extender su imperio (tiene incluso hamburguesería en Ibiza). La oferta es reducida (hamburguesas, perritos y burguers vegetarianas) pero exquisita. Además su carta juega con nombres tan cinematográficos como 'El silencio de los corderos' o 'The codfather', una platillo que es un guiño para los millones de ingleses que cada año se acercan a la ciudad: se trata del típico 'fish and chips' hecho a base de 'cod' (bacalao) para que el juego de palabras con 'The Godfather' ('El padrino') funcione. Cocina abierta, predominio de blancos y metalizados, estética industrial y un buen surtido de cervezas y batidos para bajar la comida. Entrada por Paleisstraat, esquina con Spuistraat.
Paleisstraat, 14.
X Bank: shopping de luxe
700 m2 de diseño holandés. 700 m2 de razones para dar rienda suelta a tu Visa con imaginación y estilo. 700 m2 de una experiencia única para aproximarte a la creatividad neerlandesa.
X Bank es una factoría de ideas locales en la que se dan cita hasta 180 firmas 'made in Holland'. Arte, moda, complementos, diseño… La magia de X Bank radica en su polivalencia, una cualidad que le convierte en tienda un día, galería otro y 'performance creativa' al siguiente. Un espacio vivo y sorprendente en el que todo puede pasar. El epicentro de la vanguardia se encuentra aquí.
Spuistraat, 172.
The Duchess: banquetes modernistas
Antes de ser un refinado restaurante con toques de elegancia vienesa, The Duches fue el vestíbulo central de un banco, así que no te extrañe si cuando estás cenando te dan unas ganas inmensas de pedir un crédito o renegociar tu hipoteca. Sin embargo, aunque la estructura se ha mantenido, el espacio se ha transformado y convertido en un escenario de lujo contemporáneo: espectacular techo de cristal labrado, paredes de mármol negro, cuadros con pantalla de led... Una especie de Belle Époque del siglo XXII. Las formas importan pero los platos son el principal reclamo para la parroquia (muy estilosa) que consigue reunir gracias a una carta inspirada en los sabores ligeros y refinados del sur de Francia e Italia
Spuistraat 172.
Mr Porter: cócteles de altura
El primer trago de la noche puede ser también el último o el inicio de todo lo que ocurrirá después. Y si quieres que tu noche sea inolvidable, lo mejor que puedes hacer es tomar el ascensor que lleva a la terraza del Mr Porter para disfrutar de uno (o varios) de sus espectaculares cócteles. Cuando el sol cae en la ciudad, tú y tu Kingsman Fizz podéis codearos con los ilustres vecinos del edificio de en frente: tal vez Máxima (sí, la reina) esté ofreciendo en esos momentos una recepción oficial y te invite a la siguiente. Si aún no has cenado, la cocina de Mr Porter tiene muchas cosas jugosas que contarte, sobre todo si eres un amante de la carne. De hecho la palabra 'filete' está en el nombre de su web.
Spuistraat, 175.
Mad Fox: bailar hasta morir
“Cuando la noche es más oscura, el zorro sale de caza”. Bajo este eslogan, Mad Fox ('Zorro loco') se ha convertido en el templo de reunión para animales nocturnos. Desde su apertura esta cueva, iluminada por neones y con estética futurista, ha conseguido aglutinar a todas las criaturas de la noche que encuentran en las sombras su zona de confort. Igual que Alicia se dejaba seducir por un conejo para adentrarse en un mundo de fantasía, puedes hacer lo mismo y bajar las escaleras del Mad Fox para introducirte en una espacio canalla pero con mucho glamour. Modernos, estetas, guaperío local, moderneo internacional... Todos seducidos por el encanto de una sala pequeña con un sonido grandioso. Por cierto, el sastrecillo de Gwen Stefani ha diseñado el vestuario de los camareros. Nivelón.
Spuistraat, 175.
Lion Noir: Off Spuistraat
Nos hemos dejado para el final un local que nos saca fuera de nuestro perímetro pero que merece la pena y está a solo 5 minutos caminando de nuestro eje. Lion Noir es un espectacular restaurante de tres plantas y un jardín trasero en el que la exuberante decoración parece el resultado de un choque de culturas entre una estructura de palacete del XIV y un interiorismo perpetrado por un hipster del XXI: caballitos de madera, aviones antiguos, faisanes disecados, setas gigantescas en tarros de cristal... Nouvelle cuisine servida por modelos que parecen salidos de un catálogo de Tommy Hilfiger.
Reguliersdwarsstraat 28.
W Amsterdam: dulces sueños
Estratégicamente situado, el W Amsterdam es un hotel que vale por dos. Nos explicamos: dos edificios (un antiguo banco y una central telefónica) albergan este hotel de cinco estrellas que ha sabido respetar la estructura arquitectónica de ambos edificios para crear un interiorismo contemporáneo. No te dejes engañar por la sobriedad del exterior del edificio, porque aquí, como en las ostras, la perla está en el interior. 238 habitaciones, 23 suites 3 WOW suites (no es broma, es el nombre que reciben) y dos super WOW suites (183 m2 de habitación, ¿no se merece una onomatopeya de admiración?). Y lo mejor es que el W está justo en la zona central de la ciudad, así que en un minuto, estarás en la plaza Dam o en el epicentro del barrio rojo.