Guía para entender (bien) cómo actúan los rayos solares y cómo debes protegerte
Entender el por qué se insiste tanto en el uso de fotoprotección es un paso más en la concienciación y en el cuidado de nuestra piel y de nuestra salud
El sol es necesario en nuestras vidas, en nuestro estado anímico e incluso en nuestra salud. Pero a estas alturas de siglo, más que menos, todo el mundo parece (o debería) entender los daños que el sol puede causar en la piel. Aunque el mensaje va calando en la población, todavía hay gente que sigue sin darle la importancia que realmente tiene a la fotoprotección.
¿Cuál puede ser el motivo? Pereza, infravalorar los riesgos o desconocimiento… En cualquiera de los casos no puede haber excusas. Los mensajes siguen siendo los mismos: fotoprotección en cualquier época del año y con cualquier condición climática (si está nublado sigues teniendo que usar crema), reaplicar el fotoprotector, evitar las horas del día de mayor incidencia…
Eso es más sencillo y al final, es la clave de la cuestión, pero entender cuáles son los diferentes espectros, cómo inciden en nuestra piel, y por qué todos los productos de fotoprotección especifican, entre otras propiedades, frente a qué tipo de rayos solares nos protegen, es también importante.
Así nos afecta el sol (y por qué)
Para empezar, tienes que saber que el sol tiene diferentes tipos de rayos, concretamente son 3:
- Rayos infrarrojos. Que son los que emiten calor.
- Rayos visibles. Que son los emiten la luz visible.
- Rayos ultravioleta. Son los rayos invisibles que forman parte de la energía que emite el sol. Estos últimos son de los que debemos protegernos porque, aunque tienen algunos beneficios para la salud, también son muy dañinos si no nos protegemos de ellos adecuadamente.
Los rayos ultravioleta (UV) se componen a su vez por rayos UVA, UVB y UVC, aunque estos últimos son menos conocidos y nombrados porque no son capaces de atravesar la capa de ozono, por lo que no presentan daño a la piel así que nos centraremos en los otros dos.
Los rayos UVB son más ‘enérgicos’ pero su incidencia es menor, solo representan un 5% de los rayos solares que llegan a la tierra, ya que en gran medida son absorbidos por la capa de ozono. No obstante, y aunque únicamente penetran en la epidermis (la capa más superficial de la piel), son los responsables de las quemaduras solares y pueden llegar a causar cáncer de piel.
En cambio, el 95% de los rayos UV que llegan a la tierra son UVA, no son absorbidos por la capa de ozono y son constantes todos los días del año, por lo que su incidencia es continua y además, son capaces de penetrar en capas más profundas de la piel. Estos rayos tienen una longitud de onda de entre 315- 399 nm. Precisamente, los últimos 20 nanómetros, que representan el 30% total de los rayos ultravioleta que llegan a la superficie, son los más dañinos y frente a los que, hasta ahora, ha sido más difícil actuar.
Y decimos hasta ahora, porque por primera vez y tras años de investigaciones, La Roche Posay ha creado el filtro Mexoryl 400, capaz de proteger frente a ese último espectro de rayos UVA largos y ultralargos y logran atacar el estrés oxidativo, la pigmentación, las lesiones en el ADN, los daños de la contaminación y los signos del envejecimiento provocados por el sol como las arrugas, la pérdida de elasticidad y las manchas.
Esta alta protección la podrás encontrar en dos de los productos de la gama Anthelios de La Roche Posay, la crema hidratante y el fluido invisible. Ambos también cuentan con la tecnología patentada Netlock Tech, muy ligera y apta para pieles sensibles y alérgicas al sol; su filtro XL-Protect que protege del efecto oxidativo de la polución y frente al amplio especto de UVA y UVB y, por supuesto, incluyen en su formulación agua termal de la Roche Posay que calma la piel.
El sol es necesario en nuestras vidas, en nuestro estado anímico e incluso en nuestra salud. Pero a estas alturas de siglo, más que menos, todo el mundo parece (o debería) entender los daños que el sol puede causar en la piel. Aunque el mensaje va calando en la población, todavía hay gente que sigue sin darle la importancia que realmente tiene a la fotoprotección.