Estilo provenzal en la decoración de tu casa, la elegancia campestre que no pasa de moda

Inspirado en la Provenza francesa, este estilo decorativo reúne todos los elementos de estas tradicionales casas de campo que nos enamoran, rodeadas de paisajes de gran belleza y con un toque rústico que combina perfectamente con algunas pinceladas clásicas que le ayudan a dar forma a una tendencia que parece que nunca pasa de moda.

Evocándonos esos espacios al aire libre del sur de Francia, llenos de campos de lavanda, olivos y viñedos, el estilo provenzal bebe de esa esencia y convierte a la naturaleza y la luz del sol en grandes protagonistas de la decoración, dotándolo todo de una sencillez y personalidad que nada tiene que envidiar de otros más conocidos, como el estilo minimalista o el estilo nórdico.

Este estilo surgió cuando la Provenza comenzó a convertirse en un lugar de moda, gracias a sus idílicos paisajes. Así, la burguesía del país empezó a viajar hacia el sur, alejándose de las grandes ciudades y su bullicio, y buscando una mayor cercanía con el mar y el estilo mediterráneo. Adaptaron los muebles clásicos de la época a un estilo un poco más rústico y relajado, con interiores sencillos y prácticos que pronto se convertirían en su esencia.

El resultado son espacios únicos, pero que a la vez se inspiran en otros estilos creando un agradable mix que con el tiempo ha desarrollado una personalidad propia. La iluminación natural, los tonos claros, la presencia constante de la madera o los muebles de líneas curvas son solo algunas de las pinceladas más comunes que pueden ayudarnos a conseguir que este sea el estilo que vista nuestra casa.

El fin último de este tipo de decoración es conseguir, gracias a la combinación de elementos, un espacio cálido y acogedor, que nos invite a relajarnos y disfrutar de nuestra casa. Para lograr este efecto es muy importante tener en consideración la paleta de colores empleada, donde el blanco tienen un protagonismo especial, pero también el uso de materiales naturales, como la madera a la que hacíamos referencia antes.

No solo el blanco está presente en las casas provenzales, aunque su presencia sobresale por encima de los demás. Este tono lo combinaremos con colores suaves y delicados, como los tonos pastel, sobre todo los rosas y los anaranjados. No podemos olvidarnos de los tonos neutros, como los tierra, los crudos, ocres y beis que también se extienden por las habitaciones, creando esa sensación de tranquilidad, o los verdes y grises, también muy típicos de esta zona.

Es en el mobiliario donde más notamos esa inspiración de la burguesía francesa, por eso no sorprende que muchas de las piezas, principalmente de madera, sean un poco recargadas, por ejemplo, con detalles tallados. Muebles antiguos, a poder ser artesanales que nos ayuden a trasladarnos a otras épocas; de hecho, no es raro pintarlos de blanco, pero con un acabado envejecido, con el que se consigue un aspecto más vintage.

El estilo que se busca tiene cierto aire rural, por lo que se recomienda escoger tejidos como el algodón o el lino, y uno de los estampados estrella de este estilo son las flores, así que no te cortes a la hora de apostar por ellas. Las cortinas, mejor ligeras, puesto que la luz natural es uno de los puntos de mayor importancia para lograr el efecto deseado, se busca una decoración luminosa.

Si algo destaca por encima del resto es la importancia que se le da a la cocina, con cierto aire rústico y considerada el corazón de la casa, el punto de reunión para toda la familia. En ella la madera también está muy presente, sobre todo en las vigas del techo, y los suelos suelen ser de barro. En la decoración de estilo provenzal se busca destacar el paso del tiempo, apostando por elementos antiguos o por muebles de aspecto desgastado, pero sin llegar a parecer viejos o decadentes, sino más bien buscando un punto vintage y romántico.