Tom Ford hace una elegante oda a los setenta para la próxima primavera

El célebre diseñador de moda Tom Ford ha vuelto cuando nadie creía que después de su adiós el marzo pasado lo haría. Y como si no hubiera pasado nada, como si su adiós no hubiera quedado registrado en ningún lugar, ha presentado una temporada más su colección en el entorno de la semana de la moda milanesa.

Su fama le persigue por ser uno de los constructores del nuevo sexy como lo conocemos hoy. Está al frente de su propia marca desde 2006, inicialmente con cosméticos y ropa masculina antes de regresar al glamour de alto octanaje que es lo que más le funciona a nivel comercial. Es un dotado para la construcción de ropa femenina que se ha convertido en su firma y marca registrada. Y aunque en la colección de invierno revisitó sus últimos 13 años de colecciones, ha dado un giro inesperado en esta noche de septiembre.

Los diseños de Tom Ford que han desfilado esta noche exudan refinamiento y sofisticación, con aires de la década de los setenta. Ha optado por líneas limpias y diseños minimalistas que muestran la belleza natural de la mujer. Cómo no, ha prestado especial atención a los tejidos, lujosos y de alta calidad, como seda, cashmere, satén y lana. Un buen producto como el que hemos visto está compuesto de texturas de alto nivel. También incorpora terciopelo, cuero y encaje para agregar profundidad e interés visual a sus diseños.

Ford ha prestado meticulosa atención a la confección y la estructura, asegurándose de que cada prenda les quedara impecable a las modelos. Ha enfatizado las formas femeninas, acentuando las curvas y creando una silueta favorecedora. Sin miedo a diseñar piezas atrevidas, ha incorporado escotes pronunciados, aberturas, prendas breves y estilos ajustados para realzar la sensualidad, manteniendo esa característica elegancia.

Su paleta de colores tampoco ha sorprendido. Una vez más incluye para primavera tonos ricos y profundos como el negro, el burdeos, el azul marino, el marrón y el rosa. Conocido por su meticulosa atención al detalle, ya sea la colocación de una cremallera, unos bolsillos impecables, un diseño de botón único o costuras cuidadosamente elaboradas, cada detalle contribuye a la estética general de la prenda.

Como innovaciones hemos visto recortes inesperados, diseños asimétricos o adornos únicos que añaden un toque moderno a su habitual clasicismo. Ha equilibrado la tendencia con elementos clásicos para generar piezas resistentes a las tendencias cambiantes de la moda.

Su fama en el fashion system viene de cuando revolucionó la casa Gucci, quizá de ahí que el norteamericano siga desfilando en el país transalpino. La enseña de la mítica familia italiana se convirtió en un valor seguro gracias a las propuestas del polifacético artista. Porque Tom no solo ha diseñado espectaculares prendas para la pasarela, también tomó las batutas del director de cine con 'A Single Man', que obtuvo una nominación al Oscar y al Globo de Oro. Hoy ha vuelto a demostrar que sus dotes artísticas están allá donde se lo proponga.

Hace unos meses en su supuesta despedida, su amiga Anna Wintour decía al 'Financial Times': "El inmenso éxito de Tom se puede resumir en el hecho de que es tan fabuloso y tan digno de una estrella de cine como todo lo que diseña. Su marca personal siempre ha sido tan atractiva como todas las marcas para las que ha trabajado, aunque tras el glamour se esconde un hombre muy trabajador, con un sentido del humor muy ácido que a su vez es el amigo más fiel y bueno del mundo”. Ojalá viéramos esos detalles también en la pasarela.