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Tom Ford: el diseñador americano que revolucionó el lujo europeo
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Tom Ford: el diseñador americano que revolucionó el lujo europeo

Con estudios de arquitectura y alma de actor, Tom Ford es uno de los diseñadores de moda más celebrados. Su trabajo al cargo de Gucci transformó

Foto: Tom Ford (Getty)
Tom Ford (Getty)

Con estudios de arquitectura y alma de actor, Tom Ford es uno de los diseñadores de moda más celebrados. Su trabajo al frente de Gucci transformó la compañía por completo, convirtiéndola en una de las marcas de lujo más rentables del mundo. Icono de estilo en sí mismo, ha sabido reinventarse con éxito en su vuelta a Estados Unidos. Moda, belleza, cine y hasta incursiones en el mundo de la música... ha triunfado en todo lo que se propone.

Tom Ford nació en Texas (EE.UU.) en 1961 y fue criado en Santa Fe hasta que en 1979 se trasladó a Nueva York con la intención de cursar estudios de Historia del Arte en la universidad. Allí entra en contacto con el círculo de la mítica sala Studio 54 y decide abandonar sus estudios buscando el éxito como actor o modelo. Después de algunos años trabajando en publicidad, retomó sus estudios y comenzó a estudiar Diseño de Interiores en la Parsons School of Design en Nueva York y París. Fue en la capital francesa donde consiguió unas prácticas en Chloe que le introdujeron en el mundo de la moda, del que quedó enamorado. De vuelta a Nueva York, trabajó para Ellis donde coincidió con Marc Jacobs, hasta que, inesperadamente, surgió la oportunidad en la marca que cambiaría su vida: Gucci.

Los años de Tom Ford en Gucci

placeholder La actriz Sarah Jessica Parker luciendo un diseño de Tom Ford (Getty Images)
La actriz Sarah Jessica Parker luciendo un diseño de Tom Ford (Getty Images)

La marca italiana se encontraba anclada en el pasado y prácticamente al borde de la quiebra cuando Tom Ford fue contratado en 1990 para diseñar su línea de mujer. Después de cuatro años sumergido en la compañía en Milán, Tom Ford fue nombrado director creativo, a cargo de todas las líneas de producto, la imagen corporativa del grupo, campañas de publicidad y diseño de tiendas. Se dice que llegaba a trabajar más de 18 horas al día durante esta época, en la que el grupo adquirió Bottega Veneta, Balenciaga e Yves Saint Laurent, gracias a sus consejos.

Diez años después, en enero de 2000, Tom Ford asumirá la dirección creativa de Yves Saint Laurent, convirtiendo en un éxito los desfiles de la firma y creando nuevos iconos de estilo, como las chaquetas de terciopelo con lazo de seda para Yves Saint Laurent Rive Gauche. Otro de sus mayores éxitos fue el lanzamiento del perfume Opium, con una polémica campaña firmada por el fotógrafo Steven Meisel cargada de sexualidad, seña de identidad del diseñador americano. Después de catorce años dedicado en cuerpo y alma al grupo Gucci, Tom Ford decide separarse del gigante italiano por desavenencias con su máximo accionista, el holding francés Pinault-Printemps-Redoute, fundado por François Pinault.

placeholder Tom Ford y los actores Julianne Moore y Colin Firth en el Festival de Venecia (Getty Images)
Tom Ford y los actores Julianne Moore y Colin Firth en el Festival de Venecia (Getty Images)

El Tom Ford director de cine

Después de su difícil partida, el diseñador decidió apartarse de la moda por un tiempo y volcarse en el cine, su otra pasión. Se estrenó como director y productor en 2009 con el largometraje 'A Single Man', premiada en el Festival de Venecia con gran éxito de público y crítica.

Desde 2010, la marca Tom Ford aglutina sus colecciones de hombre y mujer, prêt- à-porter, gafas y una línea de belleza lanzada bajo el paraguas de Estee Lauder. Con tiendas por todo el mundo, e incontables premios, el modisto ha colaborado con los cantantes Justin Timberlake y Jay-Z. Sus diseños sensuales son los favoritos de famosas tan distintas como Lauren Hutton o Beyoncé. Nada se le resiste a este americano sinónimo de sexy con buen gusto.

Con estudios de arquitectura y alma de actor, Tom Ford es uno de los diseñadores de moda más celebrados. Su trabajo al frente de Gucci transformó la compañía por completo, convirtiéndola en una de las marcas de lujo más rentables del mundo. Icono de estilo en sí mismo, ha sabido reinventarse con éxito en su vuelta a Estados Unidos. Moda, belleza, cine y hasta incursiones en el mundo de la música... ha triunfado en todo lo que se propone.

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