¿Cómo Kate Moss convirtió el print animal en un básico de moda?

Una de las principales tendencias de esta temporada es el estampado animal que lleva con nosotros de forma intensa desde verano, y va a seguir este otoño presente, dando un toque de alegría a la monocromía. ¿Pero cómo se ha popularizado tanto? En realidad se lo debemos a dos personas de las que te vamos a hablar en estas líneas.

La historia de este print empieza de la mano de diseñador Christian Dior, que fue uno de los primeros en subir el estampado animal a la pasarela. En 1947, lanzó su icónica colección "New Look", que celebraba la feminidad y el lujo, introduciendo por primera vez estampados de leopardo no solo en pieles reales, sino también en telas. A través de vestidos, accesorios y abrigos, Dior lo convirtió en un símbolo de elegancia y sofisticación.

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Pero no llegó a la calle, a convertirse en algo 'mainstream' hasta que un icono de estilo lo introdujo entre sus básicos, te hablamos nada más y nada menos que Kate Moss, su enfoque innovador ayudó a que este estampado se consolidara como un elemento esencial en la moda del prêt-à-porter.

Conocida por su estilo personal y su capacidad para marcar tendencias, el estampado animal, aunque ha existido en la moda durante décadas, cobró una relevancia especial en la cultura pop y la moda contemporánea, en parte gracias a su influencia. Hoy, como hemos podido ver en París estos días sigue siendo su mayor valedora.

Lo convirtió en un must a través estilo bohemio, desenfadado y a menudo irreverente. A lo largo de los años, incorporó el estampado animal, como el de leopardo, en sus atuendos casuales, combinándolo con piezas básicas como jeans o camisetas, y con prendas de lujo. Su capacidad de mezclar elementos casual y de lujo lo hacía ver accesible y chic.

A partir de los años 90, Moss fue vista en varias ocasiones luciendo abrigos, chaquetas y accesorios con estampado de leopardo, tanto en desfiles como en la vida cotidiana. Estas apariciones ayudaron a popularizar el estampado, dándole un aire moderno y sofisticado, pero también rebelde.

Durante aquellos años, Kate trabajó con algunas de las casas de moda más prestigiosas, como Burberry, Gucci y Dior, quienes en distintas temporadas incluyeron el estampado animal en sus colecciones. Al protagonizar campañas y aparecer en editoriales de revistas de moda con estos looks, ayudó a consolidar esta tendencia. Su influencia hizo que el estampado animal dejara de percibirse como algo kitsch o vulgar, y pasara a ser visto como un símbolo de glamour y audacia.

Los 90, fue una década en la que la influencia de la moda británica sobre la moda global fue clave. Diseñadores como Stella McCartney en Chloé, Alexander McQueen en Givenchy o John Galliano en Dior, proporcionaron un aire renovado y moderno esos años en París, el epicentro de la moda. Todos, además, eran amigos o trabajaban con Kate, en un momento en que su influencia en la moda estaba en su punto álgido.

Gracias a su capacidad de influencia y su visión natural para la moda, Moss ayudó a que el estampado animal se convirtiera en una tendencia recurrente, asociada tanto al lujo como a un estilo urbano desenfadado.