Villars-sur-Ollon, el escondite cool de los Alpes suizos del rey Juan Carlos

A una hora y veinticinco del aeropuerto de Ginebra, rodeando el lago Lemán, se esconde el rincón de Villars-sur-Ollon, donde, según las investigaciones iniciadas por el fiscal suizo Yves Bertossa, se encuentran bajo sospecha las viviendas que se habrían adquirido en Suiza con parte de esos 100 millones de dólares regalados en 2008 al Rey emérito por Arabia Saudí. Según publicó 'El País', parte del dinero se destinó a comprar y reformar dos apartamentos en esta estación de esquí.

Todo el que haya oído hablar de Suiza seguro que tendrá en su mente nombres como Gstaad, St. Moritz o Megève, los lugares más exclusivos donde apellidos como Casiraghi, Santo Domingo o Hilton suelen pasar sus vacaciones de invierno.

Pero parece que don Juan Carlos quiso retirarse del mundanal ruido y de la sociedad en una terraza en medio de los Alpes a una altura de 1.300 metros, sobre el cotizadísimo valle del Ródano. Ahí se encuentra este lugar perfecto para disfrutar de una estación alpina con vistas a los picos de los Dents-du-Midi, al macizo del Mont Blanc y hasta el lago Lemán. Con la friolera de “tres snow parks, jardín de infancia de nieve, 44 kilómetros de pistas de esquí de fondo, caminos para trineos y numerosas rutas para excursiones de invierno y una animada vida après ski”, cuentan en la página web de la oficina turística de esta región suiza. 44 instalaciones y 125 kilómetros de pistas para practicar uno de los deportes favoritos de don Juan Carlos.

Actividades que se pueden combinar en la época estival con más de 300 kilómetros que recorrer a pie y en bicicleta y un campo de golf de 18 hoyos escoltado por el majestuoso Mont Blanc.

Esta no es una estación de esquí al uso, de esas que se vacían fuera de la temporada. Este núcleo urbano de Villars cuenta con varios colegios privados de primera categoría. Con hoteles desde 71 euros la noche, es un pueblo que permite el acceso al esquí a todos los niveles económicos. El lugar perfecto para que un Rey pase desapercibido.