Consejos infalibles para que tu hijo de 10 años disfrute al máximo de su parque temático favorito este otoño (y tú también, claro)

El otoño no solo significa la vuelta al colegio, al trabajo y a la rutina. También puede convertirse en una época perfecta para escapar de la monotonía y regalarse un plan inolvidable con los más pequeños. Y si hay un destino que logra cumplir todas las expectativas de diversión, emoción y desconexión en familia, ese es PortAventura World, el parque temático más famoso de España, situado en la Costa Dorada.

Lejos de lo que muchos piensan, el mejor momento para visitarlo no siempre es el verano. El otoño ofrece un ambiente mucho más relajado, temperaturas agradables y una decoración especial que convierte cada rincón en una postal mágica. Además, cuenta con la ventaja de que hay mucha menos afluencia, lo que libra de las largas colas que son habituales especialmente durante julio y agosto.

De hecho, uno de los consejos que podemos dar desde estas líneas es que el pase Exprés se hace bastante necesario en según qué época del año. Es una inversión para aprovechar cada minuto de tiempo en este parque temático y poder disfrutar de las atracciones repetidas veces sin perder tiempo esperando a que llegue el turno de montar.

Uno de los grandes atractivos de estas fechas es la tematización de Halloween, que se extiende desde finales de septiembre hasta bien entrado noviembre. Si ya cada rincón ofrece una imagen inolvidable en cualquier época del año, en esta lo es aún más, ya que se pone especial cuidado en la decoración típica de esta fiesta, cada vez más extendida en nuestro país.

Los niños -y los que no lo son tanto- pueden disfrutar de espectáculos exclusivos, pasajes del terror adaptados para todas las edades y decorados con calabazas, fantasmas y esqueletos que llenan de color cada paseo por el parque. La experiencias están adaptadas a cualquier edad, tanto para los más pequeños como los más atrevidos, con zonas que ofrecen un nivel de adrenalina mucho mayor.

De igual forma, las atracciones también están pensadas para todas las edades. Las tres montañas rusas y las tres estrellas de Port Aventura son el Shambhala, el Dragon Khan o el Furius Baco, solo aptas para los que aman las grandes dosis de adrenalina y, punto importante, que midan más de 1,40 metros, la altura mínima para montar en algunas de las atracciones de PortAventura World.

En el lado contrario, también hay algunas diseñadas para los más pequeños, pero también para esos adultos que se atreven con las sensaciones que aporta una montaña rusa pero sin llegar a la velocidad y la altura de las que hemos mencionado.

Y otro de los consejos para disfrutar el parque al máximo es aprovechar uno de los hoteles que hay dentro del propio complejo. Todos ellos están tematizados, por lo que se convierten en otro reclamo para los más pequeños de la casa.

Desde el Gold River al Colorado Creek, pasando por el PortAventura, todos cuentan con acceso directo a la zona de atracciones, por lo que esta opción de alojamiento aposta un extra de comodidad, ya que te separarán del hotel solo unos pocos minutos para poder ir todas las veces que quieras durante la frenética jornada. Quizá para hacer un descanso que, créenos, se hace necesario. Además, en esta época otoñal es más sencillo encontrar disponibilidad y precios más ajustados.

Otra de las ventajas que ofrecen estos meses tras el verano es referida a la gastronomía. Porque dentro de PortAventura encontramos numerosos restaurantes, con ofertas muy diferentes, tanto en tipo como en precio, desde menús rápidos pensados para familias hasta experiencias más completas para quienes quieran disfrutar de una comida sin prisas.

Especialmente atractiva para este punto es la zona Mediterránea, que cuenta con varios restaurantes y cafeterías que te adentrarán en un pueblo de la Riviera francesa. Pero también puedes encontrar comida típicamente americana en la zona del Far West, deliciosos pokés en la de Polinesia o platos típicos de México y China en las áreas del parque dedicados a estas dos culturas.

Además durante los meses de octubre y noviembre también encontramos menús temáticos sobre Halloween en unos comedores mucho más tranquilos que en verano, sin presión de las multitudes.

También en otoño, el calendario de espectáculos se renueva con propuestas teatrales, musicales y desfiles que dan un aire festivo a cada jornada. Es habitual encontrar a personajes disfrazados paseando por las avenidas y regalando momentos de interacción que fascinan a los niños.

Y otro consejo: no hay que perderse el espectáculo de drones que cada noche cierra la jornada en PortAventura y que hace alusión a sus distintas zonas: México, Far West, Polinesia, China y Mediterránea.

Mención aparte merece FerrariLand. Si se tienen más días para visitar el parque, es una opción muy interesante, con especial atención a Red Force, la montaña rusa más alta del mundo y la cuarta más rápida, ya que alcanza una velocidad de 180 km/h en solo 5 segundos. Como las tres grandes montañas rusas de PortAventura, solo apta para los amantes de las sensaciones fuertes.

En definitiva, visitar PortAventura World en otoño es una buenísima idea, especialmente por la baja de temperaturas, que hacen los paseos por sus diferentes zonas mucho más agradables y por la menor afluencia de grupo. Lo que está claro es que, sea cuando sea, es un éxito seguro.