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Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan: ya hemos visto 'Todas las de la ley', con Kim Kardashian
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Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan: ya hemos visto 'Todas las de la ley', con Kim Kardashian

El primer capítulo de la nueva serie en la que la empresaria se estrena como actriz está lleno de despropósitos. Analizamos esta producción con un reparto de lujo que incluye a Naomi Watts, Sarah Paulson y Glenn Close

Foto: Kim y Naomi, un dúo cool en 'Todas las de la ley'. (Disney )
Kim y Naomi, un dúo cool en 'Todas las de la ley'. (Disney )

Mujeres abogadas que dan un paso al frente con Kim Kardashian (ah, pero que era actriz) a la cabeza. Ryan Murphy en la producción y en la dirección. Un reparto que incluye a Glenn Close, Sarah Paulson, Naomi Watts y la muy de moda (gracias a 'Una batalla tras otra') Teyana Taylor. ¿Qué podría salir mal en una serie así? Pues prácticamente todo.

Este 4 de noviembre, desembarca en Disney+ 'Todas las de la ley', la primera serie con Kardashian, personalidad de este siglo donde las haya, de protagonista. Y no solo eso: tanto ella como su madre, Kris Jenner, son productoras ejecutivas de la misma.

Y, como decíamos, uno de los creadores y el director del primer capítulo es, ni más ni menos, que el señor Ryan Murphy, que apunta maneras para ser el creador que más ficciones televisivas ha firmado en este siglo (si es que no lo es ya).

Allura y Liberty, dos amigas abogadas (interpretadas por Kim y Naomi Watts) están cansadas de chistes machistas y hombres toscos de puro en mano en el bufete en el que trabajan. Con el consejo y las bendiciones de una de sus jefas, a la que da vida Glenn Close, se marchan para abrir un despacho por sí mismas.

placeholder Kardashian en 'Todas las de la ley'. (Disney )
Kardashian en 'Todas las de la ley'. (Disney )

Además, cuentan con la ayuda de una tercera, interpretada por Niecy-Nash Betts, a la que vimos en otra producción Murphy, 'Monstruo: Dahmer'.

En el reparto también nos encontramos a otra actriz que debe al productor gran parte de su carrera televisiva, la incombustible y magnífica Sarah Paulson.

Aunque su personaje, el de una compañera del bufete que se sentirá ofendida por no formar parte de la triada de abogadas independizadas, es tan caricaturesco como toda la serie, que no solo parece hecha a medida de Kim Kardashian, sino que a veces resulta una parodia sin excesiva gracia.

placeholder El estallido de furia de Sarah Paulson en 'Todas las de la ley'. (Disney )
El estallido de furia de Sarah Paulson en 'Todas las de la ley'. (Disney )

De hecho, una frase que Paulson le suelta a Glenn Close, y que resulta dolorosamente obvia ("Tenerme como enemiga es muy poco inteligente") nos podría servir para contar todo lo que está subrayado hasta la náusea en la serie.

Las abogadas protagonistas están especializadas (al menos en el primer capítulo) en casos de mujeres ricas que o bien pretenden a maridos ricos y abusones sin por ello quedarse sin un duro o bien quieren romper las estrictas normas de sus contratos prematrimoniales.

Las mujeres no lloran, las mujeres facturan, como dice el titular de este artículo. Lo importante ya no es el destrozo sentimental de una relación que se acaba, sino cómo las señoras se queden económicamente. El problema es que todas esas mujeres resultan tan estereotipadas que es imposible ver un ápice de feminismo (como pretende la producción) o empatizar con ellas. Más bien parecen las primas hermanas de Isabel Preysler.

placeholder Paulson con una grande, Glenn Close, en 'Todas las de la ley'. (Disney )
Paulson con una grande, Glenn Close, en 'Todas las de la ley'. (Disney )

Añadamos que los personajes masculinos son clichés con patas y que, como también sucedía en 'Las Kardashians', muchas secuencias parecen ridículos videoclips y odas al capitalismo y al lujo con la delicadeza de la lija del cuatro.

Otro ejemplo: la primera vez que el personaje de Kardashian entra a su mansión (más que la abogacía, parece que se dedique al narcotráfico) lo hace con una canción machacona y popera de fondo. Y las cámaras lentas cuando Naomi Watts y ella caminan por cualquier lugar también son dignas de análisis. Oro puro para Josema y Millán si aún existiesen las parodias de Martes y 13.

La serie es tan Kardashian que, en un momento dado, el chico que encarna a su marido le regala un anillo y ella exclama que era propiedad de Elizabeth Taylor. Cualquiera que conozca a la buena de Kim sabrá que la Taylor es uno de sus grandes iconos y que posee alguna de sus joyas. La alhaja es, por tanto, tan real como la vida misma.

placeholder El lujo simplón, parte de 'Todas las de la ley'. (Disney )
El lujo simplón, parte de 'Todas las de la ley'. (Disney )

Narrativamente, 'Todas las de la ley' también opta por caminos tan fáciles que el guion parece escrito por un niño de cuatro años. Y si no, vean la escena en la que las tres abogadas le ponen un power point al degenerado marido que quiere dejar en la calle a su ex para mostrarle todos sus vicios ocultos. Al pobre mindundi se le quitan las ganas de fastidiar a su expareja.

Pero si hay un plano que sea el summum de lo ridículo es cuando, en una charla entre las tres protagonistas, el contraplano correspondiente a Niecy-Nash Betts se hace de cuerpo entero para que se vea la marca de su bolso. Ni en los peores momentos de 'Sexo en Nueva York' o 'And Just Like That' había sido tan evidente y zafio el product placement.

placeholder Teyana Taylor, chica de moda en Hollywood.(Disney )
Teyana Taylor, chica de moda en Hollywood.(Disney )

"¿Por qué son tan predecibles todos los hombres ricos?", se pregunta uno de los personajes en una escena. Habría que trasladar la pregunta a las series de este tipo. Lejos quedan los tiempos en los que 'Ally McBeal' mostraba un despacho de abogados como un espacio de feminismo con personajes trabajados y humor inteligente. 'Todas las de la ley' está tan subrayada que consigue justo lo contrario a lo que proponen sus, a priori, buenas intenciones.

Así que ya saben, lo mejor para ver 'Todas las de la ley' es no tomársela en serio. Solo así, como producto camp, es posible disfrutar de ella. Y de Kim Kardashian, exactamente igual.

Mujeres abogadas que dan un paso al frente con Kim Kardashian (ah, pero que era actriz) a la cabeza. Ryan Murphy en la producción y en la dirección. Un reparto que incluye a Glenn Close, Sarah Paulson, Naomi Watts y la muy de moda (gracias a 'Una batalla tras otra') Teyana Taylor. ¿Qué podría salir mal en una serie así? Pues prácticamente todo.

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