Javier Rigau: "Iré a por todas para incrementar la condena de Javier Saavedra"

Javier Rigau ha ganado la batalla a su exabogado, Javier Saavedra. Los hechos se remontan al año 2006 cuando el empresario catalán contrató al letrado para defenderse de las informaciones que se difundieron en las revistas y programas de televisión sobre su relación con Gina Lollobrigida. Ni mas ni menos que el marido de la actriz italiana ordenó a Saavedra poner 46 demandas contra diferentes medios de comunicación cuando realmente sin él saberlo solo se interpusieron poco más de veinte, que no llegaron a buen puerto, lo que le costó pagar costas millonarias: por no aportar pruebas, por no haber motivo de denuncia y por litispendencia doble y triple.

Este hecho hizo que Rigau denunciara a su abogado por apropiación indebida, estafa continuada y deslealtad profesional. Una batalla legal que ha terminado con Saavedra condenado a seis meses de prisión y una año de inhabilitación para el ejercicio de la abogacía. Pero ¿está conforme Javier Rigau con la decisión del juez? “Estoy contento porque se ha condenado a un auténtico estafador. Me siento como una persona que ha cumplido una labor social. La sentencia la voy a recurrir porque hay ciertos asuntos que se dan como probados y no tienen la pena que considero que tienen que tener y hay que ser más contundente. Este hombre ha sido inhabilitado para el ejercicio de la profesión. Le han condenado también por deslealtad profesional", sentencia en exclusiva para Vanitatis.

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Y añade: "La condena me parece poca porque el fiscal le pedía seis años de cárcel y yo le pedía nueve. Aquí hay que volver a apelar porque si en este país condenan a una persona a dos años de cárcel por robar un gallina, a un sinvergüenza como este que la propia sala reconoce que me ha estafado casi 600.000 euros no voy a consentir que solo le condenen a seis meses de cárcel. Haré lo que sea para que esta pena se incremente”, afirma Rigau,

La guerra no ha terminado

Tal y como ha podido saber este medio, la guerra no ha terminado. A pesar de haberle ganado la batalla penal, el marido de Gina Lollobrigida va a ir por todas para intentar cobrar el dinero que el abogado le adeuda a día de hoy: “Lo que se conoce actualmente es la sentencia de la parte penal. Aún no he reclamado nada económicamente porque con esta condena voy a ir a un tribunal civil y reclamarle los 600.000 euros además de los daños y perjuicios que me ha provocado. Este hombre es un pobre desgraciado que siempre ha vivido por encima de sus posibilidades y que no tiene dinero. Cuando le conocí ya se había declarado insolvente. Esta persona que empezó la abogacía con cincuenta años ya había sido considerado un estafador en el sector inmobiliario, tal y como salió publicado en prensa en la revista 'Panorama' el 15 de junio de 1992 en un artículo titulado 'Ladrón de guante banco”.

El hijo de Gina y los siete millones en coches

En este conflicto con su abogado, Rigau no está solo ya que cuenta con el apoyo de Milko, el hijo de Gina Lollobrigida: “Milko me ha dicho que a cada cerdo le llega su San Martín cuando ha conocido la sentencia. Los empleados del hogar de Gina se pusieron en contacto con Saavedra y se pusieron de acuerdo para que él fuera a difamarme en Roma, cosa que llegó a hacer. A cambio, ellos le echarían una mano en Madrid y le han dejado tirado. Al final ha quedado probado y demostrado que Saavedra ha estafado a Gina 81.200 euros”, subraya Javier Rigau.

Sin embargo, esta no es la única guerra judicial que mantiene abierta Rigau en la actualidad, ya que se encuentra inmerso en otro frente junto con el hijo y el nieto de la actriz italiana: “Su hijo, su nieto y yo estamos a partir un piñón y hemos hecho una demanda conjunta para ir contra el criado de Gina. Esta demanda está admitida a trámite y va firmada por los tres en la primera página. El juez italiano pidió un análisis psiquiátrico de mi mujer que ha sido depositado el mes pasado en el Tribunal Penal Romano y que refleja que tiene el cerebro lavado por su criado mientras este ha depauperado su patrimonio. Hablamos de siete millones de euros invertidos en coches absurdos”.