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El retiro mediático de Albert Espinosa, el tipo normal que vive en su pisito de toda la vida
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SORPRESA

El retiro mediático de Albert Espinosa, el tipo normal que vive en su pisito de toda la vida

Sus libros son superventas y sus guiones éxito internacional, pero no tiene más que una propiedad en Les Corts. Sin empresas, busca la sencillez tras ver la muerte de cerca

Foto: El escritor Albert Espinosa. (EFE)
El escritor Albert Espinosa. (EFE)

Lleva siempre consigo la pulsera roja que le dieron en el hospital al que ingresó con 13 años y del que salió cinco años después. Albert Espinosa se recuperó de un cáncer (osteosarcoma) después de que el médico le dijera que tenía un 3% de posibilidades de sobrevivir. Y desde entonces mira a la vida y a la muerte desde una distancia especial. Por eso ha decidido apagar su estela mediática: a sus 45 años, su cuerpo empieza a estar cansado, como si fuera un anciano, y ha decidido no dar más entrevistas.

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Lo dijo el miércoles en 'El Hormiguero' y lo explicó para que nadie se asustara. Tiene novelas, guiones y otros proyectos en marcha y quiere sacarse trabajo de encima antes de cumplir los 50. Las entrevistas han sido ese primer paso. Lo ha contado con naturalidad y sencillez, la que destila en todos sus gestos. Este escritor vive una vida tranquila, lejos de los mundillos culturetas de su ciudad, Barcelona, donde reside desde niño.

Es un superventas que el pasado Sant Jordi, el Día delLlibro, llegó a tener a sus fans hasta nueve horas de pie haciendo cola para conseguir un libro firmado. Su firma y algunas palabras, que es lo que más gusta a quienes le siguen. Su última novela, ‘Lo mejor de ir es volver’, arrasa. Lo cuentan desde Grijalbo, editorial a la que es fiel.

placeholder El autor, firmando libros. (EFE)
El autor, firmando libros. (EFE)

“El libro funciona muy bien, fue el más vendido el día de Sant Jordi”, nos dicen desde el departamento de comunicación, que también apunta que le queda gira por delante. Como una rock star, Espinosa va de ciudad en ciudad dando charlas, conferencias y firma libros. La Feria del Libro de Madrid es una de sus próximas citas, como lo son Sevilla, Tenerife y Menorca.

Entre promoción y promoción, se encierra en soledad en su piso de 60 metros cuadrados en el barrio de Les Corts, cerca del Camp Nou, donde vive desde hace décadas. Es de su propiedad, el único inmueble que consta a su nombre. No tiene empresas ni nada más. “Es un tipo sencillo que no suele aparecer en saraos literarios”. Lo definen así los escritores y periodistas culturales consultados. Pocos lo conocen y menos aún lo han visto en alguna fiesta. No es su estilo.

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Prefiere hacer vida ‘normal’, salir con sus amigos y disfrutar de su familia. Sus dos sobrinas son como sus hijas y les dedica todo el tiempo que puede. Suele contarlo cuando se le pregunta, en las cientos de entrevistas que ha dado hasta la fecha. Se acabó eso. Toca descansar un poco, algo casi imposible en este tipo hiperactivo que lo mismo escribe el guion de una película de éxito (como ‘Planta 4ª’, de Antonio Mercero) que escribe un bestseller.

placeholder Pablo Motos y Albert Espinosa, en 'El Hormiguero'. (Flickr)
Pablo Motos y Albert Espinosa, en 'El Hormiguero'. (Flickr)

Tras terminar la carrera de Ingeniería, Espinosa escribió 'Pulseras rojas' para recordar sus años en el hospital y la historia se ha vendido a medio mundo. Recuerda que una vez en Italia, estaba en una piscina y se le acercó un chico para decirle que le recordaba a Leo, el protagonista de 'Braccialetti rossi' (título en italiano). Leo se inspiró en él y al chaval le recordó la serie porque a Espinosa le falta una pierna, como al protagonista de su historia.

Se la tuvieron que operar cuando ya pensaba que estaba recuperado. Fue para él un golpe más. Un golpe que no le ha impedido llevar una vida normal en la que nadar es tan necesario como respirar. “Si no nado 40 minutos al día, no puedo vivir”, ha dicho en más de una ocasión. Alérgico al aire acondicionado, apegado a su pulsera roja, vital y positivo, Espinosa suele bromear con todo. Tanto que sus sobrinas, cuando vieron su pierna ‘de mentira’ le dijeron que parecía un corcho de botella. Y ahora le regalan corchos para que tenga recambios. Él lo cuenta y, claro, se parte de la risa.

Lleva siempre consigo la pulsera roja que le dieron en el hospital al que ingresó con 13 años y del que salió cinco años después. Albert Espinosa se recuperó de un cáncer (osteosarcoma) después de que el médico le dijera que tenía un 3% de posibilidades de sobrevivir. Y desde entonces mira a la vida y a la muerte desde una distancia especial. Por eso ha decidido apagar su estela mediática: a sus 45 años, su cuerpo empieza a estar cansado, como si fuera un anciano, y ha decidido no dar más entrevistas.