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Camilo Sesto, el rey del karaoke que presumía de pelucas
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OBITUARIO

Camilo Sesto, el rey del karaoke que presumía de pelucas

No mostraba ningún pudor en enseñar su colección colocadas en una estantería: “Están hechas de pelo natural, las mejores las hacen en Miami”

Foto:  Camilo Sesto. (Efe)
Camilo Sesto. (Efe)

La última aparición de Camilo Sesto ante los medios fue para presentar una recopilación de lo que la discográfica consideraba sus mejores temas. Los más recurrentes y de los que todo el mundo sabía la letras o al menos el estribillo: “Morir de amor”, “El amor de mi vida”, “Perdóname”, “Jamás” o “¿Quieres ser mi amante” son algunas de las canciones del artista fijas en los karaokes y con traducciones en casi todo el planeta. Desde los idiomas más clásicos hasta el tagalo y el mandarín.

Su última aparición fue en el Florida Park, una sala en la que actuó tantas veces que ya ni lo recordaba el día de la presentación de 'Camilo Sinfónico'. Esa noche no hubo rueda de prensa, solo aparición y vuelta a su casa de Torrelodones donde estaba recluido por decisión propia y donde según contaban los pocos que sabían de su día a día “es feliz y hace lo que le gusta: escuchar música, leer y arreglar el jardín”. Este alejamiento público, donde no había nada raro más allá de querer disfrutar de su intimidad, se convirtió en fuente de rumores y leyendas que el artista ni se molestó en desmentir. Ya estaba acostumbrado a que sus excentricidades se convirtieran en noticia y por lo tanto pasaba de ellas.

Hace años, igual que lo hacían otros grandes como Rocío Jurado, Carmen Sevilla o La Dúrcal, Camilo Sesto recibía a la prensa en su casa de Torrelodones por cualquier motivo feliz. Lo mismo tenía como disculpa presentar un disco que celebrar su cumpleaños o el de su hijo Camilín. Citaba a los periodistas en el chalet para las entrevistas y entonces encontrabas a un artista que nada tenía que ver con su apariencia pública, un hombre gentil, cariñoso y facilitador a la hora de posar para el fotógrafo. Era capaz de abrir los armarios y mostrar las miles de blazer que tenía de todas las tonalidades inimaginables y los smokings de los que decía “nadie los luce como yo”. Enseñaba su zapatero con docenas de zapatos y con sentido del humor (que lo tenía y mucho) explicaba: “Aquí mi hermanamiento con Imelda Marcos”.

Postizos y barbas

Y no mostraba ningún pudor en enseñar su colección de pelucas colocadas en una estantería. Cada una diferente y cuidadas como las joyas de la corona que eran: “Están hechas de pelo natural, las mejores las hacen en Miami”, y daba una 'master class' sobre temas capilares. Fue un hombre muy generoso capaz de asumir apuestas publicitarias que en aquellos años no eran común entre los artistas españoles.

placeholder Camilo Sesto durante la presentación de su nuevo álbum 'Camilo Sinfónico'. (Efe)
Camilo Sesto durante la presentación de su nuevo álbum 'Camilo Sinfónico'. (Efe)

Cuando finalizó la obra 'Jesucristo Superstar' en la que invirtió doce millones de pesetas de entonces y fue uno de los musicales con una recaudación millonaria, la empresa Gillette le ofreció cincuenta mil dólares por quitarse la barba para un anuncio. Lo hizo y donó el dinero a una casa de acogida. Mantenía una estrechísima relación con unas monjas de la caridad a la que cada año invitaba a pasar un día con los niños huérfanos en su chalet. Todo esto se supo porque lo contaban en aquellos años las propias protagonistas, Camilo ni confirmaba ni desmentía.

Facilitaba las entrevistas incluso en los tiempos en los que su trabajo quedó opacado por historias complicadas y mediáticas donde familiares directos buscaron un dinero fácil. Nunca tomó ninguna medida legal ni demandó a esos intrusos afectivos que quisieron ganar dinero a su costa. Les dejaba hablar y pasaba de las infidelidades verbales. Consideraba que ser quien era tenía esas servidumbres.

Camilo Sesto ha sido y será siempre uno de los grandes de la música. En Estados Unidos, donde actuó en infinidad de ocasiones, era conocido como 'The Sinatra of Spain”. Allí vendió millones de discos y sus temas ocupaban los primeros puestos de la lista Bilboard. Además de intérprete fue productor, actor, arreglista y compositor para él y para otros artistas como Miguel Bosé, Angela Carrasco, Rocío Jurado, Albert Hammond… Un gran hombre.

La última aparición de Camilo Sesto ante los medios fue para presentar una recopilación de lo que la discográfica consideraba sus mejores temas. Los más recurrentes y de los que todo el mundo sabía la letras o al menos el estribillo: “Morir de amor”, “El amor de mi vida”, “Perdóname”, “Jamás” o “¿Quieres ser mi amante” son algunas de las canciones del artista fijas en los karaokes y con traducciones en casi todo el planeta. Desde los idiomas más clásicos hasta el tagalo y el mandarín.

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