Taxis, pesas e influencers: los negocios sin mucha fortuna de Luis Alfonso de Borbón

Luis Alfonso de Borbón ha empezado el mes de septiembre con mal pie. El hijo de Carmen Martínez-Bordiú es uno de los directores del banco AllBank Corp, intervenido este lunes en Panamá en salvaguarda de sus clientes. Su nombre figura en la presentación de la página web de la entidad presidida por el banquero venezolano Víctor Vargas Irausquín, padre de Margarita Vargas, su esposa.

No es la primera vez que el nombre de su suegro aparece salpicado por la polémica: en 2016 fue arrestado en el aeropuerto internacional de Venezuela para explicar su relación con un ataque cibernético a la banca, aunque él aseguró que no fue un arresto, sino que accedió de forma voluntaria a responder las preguntas. Una vez finalizada esta charla -o interrogatorio- fue puesto en libertad.

Conocemos más al bisnieto de Franco por su perfil de personaje del papel cuché que en su vertiente como empresario y economista. Su vida personal, marcada por las tragedias en su etapa más temprana, ha eclipsado en muchas ocasiones su vertiente puramente empresarial. La muerte prematura de su hermano, la de su padre (Alfonso de Borbón) unos años después, su lucha por el trono francés, la vida social y pública de su madre, sus opiniones políticas, su familia numerosa… Todos esos aspectos han sido analizados y escrutados en numerosas ocasiones. Sin embargo, el eterno aspirante a rey de los galos ha tenido una agitada vida como gestor, inversor y director en numerosos actividades financieras.

Hombre de negocios

Durante años, Luis Alfonso ha formado parte de distintas aventuras empresariales aunque, a juzgar por los números, ninguna de ellas parece haber sido demasiado lucrativa.

En la actualidad, el bisnieto del dictador aparece como administrador en cuatro empresas, además de ser socio de una de ellas: International Transaction System SL. Creada en 2012, la empresa dedicada a actividades de consultoría informática sigue activa y Luis Alfonso figura como administrador único y accionista mayoritario, aunque el último informe que registra actividad es de 2012, en el que presentó un balance de ventas de 896 euros.

En 2017, creó Spanish Influencers 2017 SL, empresa dedicada a actividades de programación informática, es decir, la gestión de la imagen web de las empresas a través de la intermediación de los llamados influencers, los usuarios más populares de la red. El proyecto, que contó con un capital de 3.000 euros y sede social en una oficina del centro de Madrid, sí que tuvo más movimiento financiero. El último informe, que data de 2017, arrojaba unas ventas de 34.000 euros aunque con un resultado de balance negativo en 84.000 euros.

Otras dos empresas más aparecen registradas a su nombre: una, Borvar Inversiones SL, relacionada con temas de actividades de contabilidad, teneduría de libros, auditoría y asesoría fiscal, registraba un balance negativo de 133.000 euros (en 2017) y la otra no recoge ninguna actividad.

Otras aventuras empresariales

La inquietud empresarial de Luis Alfonso va más allá de estas empresas registradas a su nombre en los últimos años. Por ejemplo, también administra la compañía de gestión de su patrimonio inmobiliario desde 2012, cuando sucedió en el cargo a José Luis Cantalapiedra Gil. Antes, el hijo de Carmen Martínez Bordiú probó también con el negocio del taxi. Fundó y liquidó en 2015 la compañía Servicio Integral del Taxi, que prestaba servicios de asesoría en marketing y publicidad a empresas del gremio. Y en septiembre de 2016, juntos con dos amigos y socios (Jorge Facha y Sara Álvarez), se lanzó al mundo del deporte con Reto 48, un método de entrenamiento único en España que consigue ponernos en forma en solo 48 sesiones.