Bea Fanjul, nueva presidente de las Nuevas Generaciones, habla sobre Posada de Maravillas

Bea Fanjul, si no hay contratiempos, se convertirá en pocas horas en la nueva princesa del PP: será la presidenta de las Nuevas Generaciones del partido. Un cargo para el que lleva preparándose varios años y que, si nada lo frustra, ostentará a partir de unos días. No obstante, no todo está resultando un camino de rosas, y mucho menos durante estos días tan decisivos. La joven diputada vasca está enamorada. Un hecho que no ha querido ocultar a pesar de que “fuego amigo" haya querido torpedear su campaña durante las últimas semanas con rumores infundados.

La relación es incipiente y de momento no están pensando en dar un paso más allá. “Nos estamos conociendo, no tengo nada que esconder”, nos responde sin dudar la diputada de Vizcaya en el Congreso, “aunque no es verdad que nos vayamos a vivir juntos”, continúa.

“No te voy a mentir. Lo confirmo porque no tengo nada que ocultar, y si me apetece ir cogida de la mano o lo que quiera, qué más da, estoy soltera. Lo último que quiero es tener una relación a escondidas”, señala, sabedora de que desde que comenzó el rumor de su supuesta relación con Almeida ha sido protagonista de tantos chismes que, según confiesa divertida, ha "perdido la cuenta”.

“Seguimos quedando juntos (haciendo referencia a Almeida) y nos da igual, somos muy amigos. Eso sí, con cualquiera que me tomo una caña, zas. No sé cuántos rumores tengo que asumir, pero la verdad es que ya me da igual lo que piense la gente”.

Unos rumores que saltan a la palestra apenas unos días antes de confirmarse que será, como decíamos, la presidenta de Nuevas Generaciones del PP. Un puesto que cuenta con el apoyo y beneplácito de Pablo Casado, y que si nada lo impide se consolidará este fin de semana para terminar de poner la guinda a esta etapa tan dulce en su vida.

La odisea de buscar piso en Madrid

Está enamorada del torero Posada de Maravillas, aunque por el momento no hayan hecho planes para vivir juntos. El malentenido viene porque ella sí que se encuentra buscando piso en Madrid al que mudarse en cuanto le sea posible.

“Actualmente vivo en un piso demasiado pequeño, sin ascensor y con un depósito de agua en el que me tengo que duchar corriendo”, cuenta entre risas. “He ido a ver pisos con algunas amigas y con él también. Voy con gente para que me dé su opinión”. Y es que a Fanjul le ha pasado como a tantas personas durante el confinamiento, que antes veían un adorable y acogedor apartamento con todo el encanto que tienen las casas antiguas, y ahora, tras varios meses sin poder poner un pie fuera, buscan otro hogar que cumpla con nuevas necesidades. “Estoy a la espera de que me contesten, pero puede que ya la haya encontrado”, prosigue.

Tampoco se saltó el confinamiento

Un piso donde, si se da la ocasión, tendrá que pasar una nueva cuarentena como la que voluntariamente ha guardado estos días. “No es cierto como han publicado en algunas webs que me haya saltado el confinamiento. Mi contacto con Jorge Azcón (alcalde de Zaragoza) no fue de riesgo, aún así me hice una prueba PCR que dio negativo y me quedé varios días en casa”, dice tajante, para desmentir otro de los rumores que, como decíamos, se acumulan en su puerta a días de la elección.

Rumores que la acusan de no haber mantenido el confinamiento preventivo recomendable por el Ministerio de Sanidad cuando se entra en contacto con un positivo y se da negativo. El alcalde de Zaragoza dio positivo apenas unas horas después de su encuentro de "poco más de cinco minutos y con mascarilla" con Fanjul. Un contacto que no era de riesgo pero para el que, a pesar de todo, la política tomó las medidas pertinentes.

“Cancelé mi ruta por Filomena, vimos que nos iba a dar problemas en las carreteras y pensé que lo mejor para el equipo era quedarnos en casa. Y desde entonces he hecho una vida más que normal, salí a mirar el piso y he cancelado por el momento todos los viajes previstos de Nuevas Generaciones”, asegura.

Distintos frentes que, como ella misma nos ha relatado, solo tratan de hacerle daño. Especialmente cautelosa con su vida privada, en esta ocasión subraya que ha visto necesario salir a aclarar la situación. “Me molesta porque me dedico a la política y mi vida privada debería ser precisamente eso, privada”, concluye.

Con una trayectoria imparable dentro del partido, a sus 29 años seguro que aún le quedan decenas de intrigas con las que lidiar por delante.