Ainhoa Arteta explica sus imágenes en silla de ruedas: "Es una ayuda"

Hace unos días, Ainhoa Arteta publicaba en su Instagram una imagen en la que aparecía en el aeropuerto de Barajas en silla de ruedas. La foto resultaba llamativa y preocupante para todos sus seguidores, amigos y conocidos, que desconocían los efectos secundarios que sufría la soprano.

Ella misma ha querido explicar a Vanitatis cómo se encuentra y cuál es la razón de moverse de esa manera.

TE PUEDE INTERESAR

Ainhoa Arteta, recuperada del covid: "Tuve momentos de angustia"

Paloma Barrientos

“Estoy mejorando, aunque me ha quedado alguna secuela de la que voy saliendo. La silla de ruedas tiene su explicación. Quería apoyar a los empleados que se encargan de trasladar a las personas en los aeropuertos y, en mi caso, a los de la T4, que es inmensa. No pensaba que se fuera a montar semejante patín. Es verdad que estoy con un edema en las tibias y lo único que requiere es reposo. Y, claro, cuando hay que seguir trabajando y dando conciertos pues lo mejor es contar con esta ayuda. Me han recomendado descanso y es lo que procuro hacer. Por lo demás, estoy muy esperanzada en que por fin todo esto acabe”.

Ainhoa Arteta es una mujer muy positiva. Y lo que quiere es dar las gracias a todas las personas que se han interesado por su estado de salud y transmitir buen rollo: “Soy una maestra en la vida y creo que es para vivirla en las circunstancias que nos toque; sacar de ella lo mejor que podamos”.

Tiene previstas varias actuaciones. Las primeras serán el 1 y 2 de mayo en Sevilla, en la Maestranza. El 29 tendrá lugar otra en Bilbao y en junio viajará hasta Buenos Aires para cantar en el teatro Colón. Una gira interrumpida por la pandemia que la soprano ha vuelto a retomar con más fuerza emocional.

Ella misma relataba hace unos meses a Vanitatis cómo había sufrido personalmente el coronavirus. En aquel momento se encontraba en su casa de San Sebastián acompañada de su marido y de sus hijos. “Al principio pensaba que iba a ser más leve y que era asintomática, pero se fueron agravando los síntomas. Gracias a Dios, no tuve que ingresar en el hospital y estoy muy agradecida al grupo de médicos que me ha tratado”.

Arteta estaba muy preocupada porque la infección iba bajando poco a poco a los bronquios y a los pulmones, y “esa situación me angustiaba porque tanto la voz como los pulmones son mi medio de trabajo. Siempre he ido con mucho cuidado, pero está claro que en cualquier lado y sin avisar está el virus”.