¿Cómo es La Mareta (Lanzarote)? El lugar de vacaciones de Pedro Sánchez, Begoña Gómez y sus hijas

Pedro Sánchez y Begoña Gómez descargaban ayer sus maletas y daban comienzo a sus vacaciones. Tal y como nos confirmaban personas del entorno del presidente en conversación con Vanitatis, la última parada en la agenda del líder del PSOE era el martes 2 de agosto, en Palma de Mallorca y allí, tras asistir a la toma de posesión del nuevo fiscal general, y después del tradicional despacho con Felipe VI en el palacio de Marivent, comenzarían sus días de descanso. Así ha sido, tras un frugal viaje a Palma en solitario, ayer desembarcaba con su familia en Lanzarote y se dirigían, más concretamente, a La Mareta.

Las vacaciones llegan tras un final de curso convulso, con varios consejos de ministros extraordinarios, medidas de última hora y algún que otro relevo en las filas del partido. No obstante, por fin le toca coger aire y, tal y como ha apuntado la prensa, ayer miércoles su verano comenzaba, junto a su mujer, sus dos hijas, Carlota y Ainhoa, y su perrita Turca, intramuros de la espectacular residencia de Patrimonio Nacional ubicada en Lanzarote. Allí permanecerá, si la agenda se lo permite, hasta casi finales de agosto, cuando regresará para empezar a poner a punto la agenda política de septiembre.

Allí, en La Mareta, el matrimonio presidencial ha disfrutado de unos días de vacaciones alejados de las cámaras y el frenesí de la agenda política desde hace tres años. Una tradición que han mantenido intacta a pesar del covid.

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Regalo del rey de Jordania

El palacio de La Mareta, ubicado al borde del mar y rodeado de jardines de arena volcánica y vegetación típica de la isla como cactus y grandes palmeras, es uno de los favoritos del matrimonio.

Regalo del rey Hussein I de Jordania a Juan Carlos I en 1989, ha sido el lugar que ha elegido Sánchez más veces para disfrutar de las vacaciones de Navidad. En 2020 decidió dividir su tiempo de descanso estival entre Doñana y Lanzarote, y disfrutar así de unos días también en esta fortaleza de Costa Teguise de más de 10.000 metros cuadrados de extensión con piscina y hasta un lago.

Con acceso directo a la playa (alejada de miradas indiscretas), La Mareta, con su marcada arquitectura canaria diseñada y decorada por el artista César Manrique, está integrada por diez bungalows en los que poder alojar a toda la delegación que a buen seguro les acompaña (desde servicio doméstico a seguridad). Toda la propiedad está rodeada por un muro de varios metros de altura que lo aísla definitivamente del exterior y que se mandó construir hace un par de años.

No ha sido esta la única reforma que ha vivido el palacio en los últimos años. Con un coste de mantenimiento que asciende a unos 10.000 euros al mes, según se publicó tras su primera visita en Navidad, el Gobierno habría gastado más de 30.000 euros para dotar a las instalaciones de cámaras y dispositivos varios que velasen por la seguridad del presidente, una nueva lavadora y aparatos de aire acondicionado para sentirse como en un auténtico palacio.

Es habitual que se alojen en el edificio principal del palacio, distribuido en dos dormitorios (con terraza) y dos baños, varias zonas de descanso y piscina privada. Espacio más que suficiente para albergar a la familia al completo.

Doñana, en duda

Lanzarote, este verano, será el único destino de Sánchez y su esposa durante las próximas semanas. Este mes de agosto, según confirman personas del entorno a Vanitatis, no está previsto que la familia viaje a un año más hasta Doñana para disfrutar en las Marismillas de la otra mitad de agosto. "Las niñas ya son mayores y en Doñana se aburren", aseguran.

Un destino que se encuentra entre los favoritos de este matrimonio que ha pasado allí muchos días libres juntos y alejados de la prensa y el ruido mediático tanto en verano como en Semana Santa. No hay duda de que es una residencia que ya sienten casi como propia.

Lejos de Mojácar

Donde tampoco está previsto que recalen es en el apartamento que el matrimonio adquirió hace años en Mojácar, donde la familia disfrutó sus vacaciones más íntimas y privadas antes de que Pedro Sánchez llegase a ser presidente del Ejecutivo.

Allí era habitual verles andar por el paseo marítimo, comprar en el mercadillo ambulante fruta y verdura cada semana y salir a cenar junto a sus hijas, unas niñas entonces. Un anonimato que sin duda ahora extrañarán.