Begoña García-Vaquero habla de sus miedos tras la embolia de Genoveva Casanova y el fallecimiento de Marta Chávarri

Tras haber sufrido un ictus a los 52 años en septiembre de 2022, la mujer de Pedro Trapote ha concedido una entrevista a ‘La Razón’ en su sección de famosos, donde confiesa: “Sigo con miedo. La muerte de Marta Chávarri y la embolia de Genoveva te despiertan fantasmas”.

Se llevaba un buen susto por el que tuvo que estar ingresada en el hospital tras detectar que tenía dificultades para hablar en su casa de Madrid. Diez meses después, asegura en esta entrevista que ha cambiado sus hábitos de vida y ahora ha dejado de fumar y controla mucho más lo que come, dejando a un lado la sal y los dulces.

Una entrevista en la que confesaba todos sus miedos en plenas vacaciones en Marbella, donde salían a ver a Israel Fernández. Confiesa la cuñada de Felipe González que ya no se acuesta tan tarde y trata de comer sano, evitando los procesados. Una recuperación que evoluciona “muy bien”, según recoge ‘Egos’ de ‘La Razón’, pero que dio un buen susto a Begoña y a todos sus allegados.

La socialité confiesa a este diario que “los miedos nunca terminan. Tengo un pelín de temor siempre de que se pueda repetir el ictus”, especialmente desde que haya fallecido a la edad de 62 años Marta Chávarri por un episodio similar.

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García Vaquero se pregunta muchas veces por qué le ha pasado a ella y ha decidido tomarse esta nueva etapa “como una segunda oportunidad”, tratando de “exprimir la vida” sin acelerarse, momento en el que se dice a sí misma: “Párate, Begoña”.

La mujer del conocido empresario reconoce que “ese 28 de septiembre, en que me dio el ictus, no ha pasado de puntillas en mi vida. Fumaba muchísimo, y por supuesto, dejé de fumar”. Reconoce que nunca ha bebido, pero “algo ha cambiado en mí, claramente”.

Algo que opina que “la gente no lo suele entender hasta que no le ocurren las cosas”, un caso que también recuerda al reciente episodio de embolia pulmonar sufrido por Genoveva Casanova, del que se encuentra recuperándose y que también ha vivido como una segunda oportunidad.

Ahora elige más sus salidas sociales: “Salgo mucho menos y la vida me ha dado un aviso. El cuerpo te dice solito, tienes que pararte”, y sus prioridades se han vuelto más claras con su familia y amigos más íntimos como principal ingrediente. A pesar de sus miedos, reconoce que ha “aprendido a vivir el día a día ante todo”.