Silvia Bronchalo visita a Daniel Sancho en la cárcel de Tailandia, Surat Thani: “Hay presos de todo tipo y son otras reglas”

Daniel Sancho permanece en la cárcel de Surat Thani, en Tailandia, desde el pasado 30 de agosto. Ha estado aislado, sin poder recibir visitas, hasta el 5 de septiembre. Poco menos de dos semanas después de la lectura de su sentencia, su madre, Silvia Bronchalo, ha ido a visitar a su hijo, aunque no ha sido la primera vez. A la salida ha informado de que su hijo está “bien” y en “periodo de adaptación” en la prisión tailandesa, en el inicio de su condena perpetua por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta.

“Está bien. Está fuerte y está donde está, lógicamente, pero bien”, dijo ante los micrófonos de EFE y han recogido varios medios de comunicación como ‘La Razón’. Bronchalo ha contado que ha podido visitar en varias ocasiones a su hijo desde que le sacaron del aislamiento porque la cárcel, que aunque solo permite una cita semanal, le “ha comprimido las visitas”.

Sancho ha pasado de un régimen de prisión más relajado en Samui, en el que se le podía visitar a diario, al módulo de alta seguridad de Surat Thani, tras superar la cuarentena reglamentaria. Bronchalo afirmó estar “contenta” de haber tenido la oportunidad de ver a su hijo en más de una ocasión.

El Tribunal Provincial de Samui falló en contra de Sancho y le halló culpable del asesinato premeditado de Edwin Arrieta el 2 de agosto de 2023, en la isla de Phangan, una sentencia que aún puede ser recurrida hasta en dos ocasiones. “Está en periodo de adaptación, ahora está en otra prisión, hay más gente, hay más presos de todo tipo y son otras reglas”, ha indicado Bronchalo.

Sancho ha tenido que ser trasladado de un centro penitenciario a otro porque el de Sanui no acepta presos con condenas de más de 15 años, mientras que la de Surat Thani incluye a reos que tengan mínimo esa condena y hasta la pena de muerte, un castigo permitido en Tailandia.

Bronchalo confirmó que Sancho “está en un módulo de aislamiento”, en el que son instalados los presos “hasta que pasa un tiempo” de adaptación y después “los clasifican dependiendo de la condena o de lo que hayan hecho”. Según su madre, Sancho comparte celda con otras 14 personas, todos asiáticos con excepción de un europeo de origen austriaco.