El deseo descubierto del abuelo de Fran Rivera que ha emocionado profundamente al torero

El hijo de Carmina Ordóñez ha vivido un momento de gran emoción tras descubrir un deseo que su abuelo, el legendario torero Antonio Ordóñez, expresó antes de fallecer. Aunque han pasado más de 25 años desde su muerte, la revelación de este anhelo ha sido un auténtico golpe emocional para Fran Rivera, quien no conocía esta declaración.

Según ha compartido el propio torero a través de una publicación en su cuenta de Instagram, un documento llegó recientemente a sus manos, dejándolo "frío". En él, su abuelo expresaba el deseo de que, cuando no pudiera seguir organizando la tradicional Corrida Goyesca de Ronda, su nieto Francisco tomara el relevo.

Una declaración realizada en el mes de septiembre del año 1995, tres años antes de que Antonio Ordóñez falleciera debido a un cáncer de páncreas, y apareció en una entrevista al diario ABC. El marido de Lourdes Montes, conmovido por el hallazgo, ha confesado: "Me acaban de mandar esto. Me he quedado frío, no puedo explicar la emoción que acabo de sentir. No sabía que mi abuelo había expresado este deseo. Me llena de orgullo, responsabilidad y felicidad".

A pesar de no haber conocido estas palabras hasta ahora, Fran Rivera ha sido el encargado de la organización de la Corrida Goyesca durante años. Un vínculo con su abuelo que siempre ha mantenido vivo, especialmente en el aniversario de la muerte del "Maestro de Ronda", quien falleció en 1998. En este 2024, cuando se cumplen 26 años desde su partida, el torero tenía planeado rendirle homenaje con la Goyesca, aunque tuvo que enfrentar un duro golpe: la cancelación del evento debido al estado de la plaza.

La figura de Antonio Ordóñez siempre ha sido clave en la vida del padre de Tana Rivera. El abuelo de Francisco no solo fue un referente personal para él; también su guía en el mundo del toreo, una pasión que compartían profundamente. "Él me enseñó a torear", ha comentado el diestro en alguna ocasión, recordando con cariño las lecciones que su abuelo le dio, y la presión que sentía por no "hacer el ridículo" debido al legado familiar.

El padre de Carmina Ordóñez, quien pidió que sus cenizas fueran esparcidas en la plaza de toros de Ronda, fue un hombre carismático y muy ligado a su familia, especialmente a sus nietos, a quienes dejó un importante legado tanto personal como patrimonial, incluidas joyas como El Recreo de San Cayetano.