El lado más personal de Diego Martín: de su hermética mujer e hijos al asesinato de su tío

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De un pequeño papel como estudiante en 'Resultado final', la película debut de Mar Flores a su éxito en Francia o el furor atemporal de Carlos en 'Aquí no hay quien viva', donde compartió plató con Eduardo García, o el aplauso a Chemi, de 'Muertos S.L', Diego Martín ha sido un rostro imprescindible en estos casi 30 años de trabajo.

De la comedia al drama, pasando por la acción, parece que nada se le resiste. Una popularidad que ha sabido combinar con una vida privada hermética. Sin embargo, sí conocemos algunos detalles clave. Así es la faceta más personal de Diego Martín, fuera de la televisión.

El actor nació el 21 de septiembre de 1974 en Madrid, aunque su infancia y juventud transcurrió en Valladolid. Una ciudad a la que continúa muy vinculado. "Mi historia con Valladolid es una historia de mi profesión, una mentira y una ficción. Nunca me he sentido muy madrileño; Valladolid siempre ha sido mi casa, mi paisaje, mi tierra, mis olores", revelaba en 'El Español'.

Una infancia con sabor vallisoletano, donde vivió un momento familiar muy complicado en 1989. Su tío, el sacerdote jesuita y psicólogo Ignacio Martín-Baró, fue asesinado en El Salvador en 1989 durante la guerra civil del país. Un terrible suceso, sobre el que Diego Martín habló recientemente en la cadena SER.

La mujer e hijos de Diego Martín

"Ese es uno de los momentos que no recuerdo muy frecuentemente, pero que cada vez que sale algo relativo al tema o que alguien me lo menciona, tengo muy fresco lo que ocurrió, cómo ocurrió y muchísimas imágenes", revelaba. "Empezamos a tener rumores a lo largo de la mañana, pero recuerdo perfectamente encender la televisión a las 15:00 horas y, en el telediario, y ver a mi tío Nacho. Estaba en primer plano, fue terrorífico", añadió.

Estudiante de Derecho, vive a caballo entre Madrid y París. Allí reside su familia, su familia y sus tres hijos, sobre los que no suele hablar de manera pública ni en sus redes sociales. Aunque sí ha hecho algunas excepciones, como sus palabras en 'XL Semanal'. "Es una tarea imposible. En mi caso, con tres hijos, la conciliación va de la mano de la culpabilidad y de la insatisfacción continuas", confesaba sobre cómo gestiona esa faceta familiar.

Además, reveló que no le gustaría que sus hijos siguieran su camino en la interpretación: "No, no soy de crear el panteón del actor en casa… Mi mayor pesadilla es que mis hijos se dedicaran a esto". Unas revelaciones a las que sumó en Vanity Fair que ellos son su fondo de pantalla en el móvil.

Amante de las gildas, con alergia a los gatos, los ácaros y el polen, también confesó en la misma revista que canción perfecta para el karaoke sería 'Con nombre de guerra', de Héroes del Silencio. Un tema donde se puede entonar "recordemos que lo nuestro todavía no ha acabado", una frase que también sirve para su idilio con el público, que sigue atento a sus novedades en el cine y la televisión.