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Aranda del Duero, Eucharistia, lechazo, vino y pan de torta
  1. Gastronomía
Jornadas gastronómicas del lechazo asado

Aranda del Duero, Eucharistia, lechazo, vino y pan de torta

Bodegas que ya en aquel tiempo horadan la ciudad de Aranda, en busca de la temperatura adecuada, quietud y el silencio para un buen vino.

Foto: Lechazo asado.  Foto: Paco Santamaría
Lechazo asado. Foto: Paco Santamaría

El primer mapa que se dibujó de España, en 1503, reproducía los barrios judío y cristiano de la ciudad de Aranda del Duero, las siete puertas que la guardaban y las bodegas que ya en aquel tiempo horadaban la ciudad, en busca de la temperatura adecuada, la quietud y el silencio que aseguran un buen vino. Siete kilómetros de grutas y pasadizos, a 10 metros de profundidad, convertidos hoy en peñas privadas donde se celebra y bebe buen vino con cualquier excusa.

El Duero cede su nombre a la ciudad y le regala cuatro playas fluviales y paseos en barca para descubrir parajes sorprendentes. Eucharistia, la XIX edición de Las Edades del Hombre, la celebración del pan y el vino en cuatro capítulos en la Iglesia de Santa María la Real y la Iglesia de San Juan; un recorrido por la historia de la Eucarístía a través de importantes obras de arte sacro.

Todas ellas, buenas excusas para acercarse a Aranda a probar el mejor lechazo asado, acompañado de una ensalada de lechuga de Medina, la típica torta de pan que se hacía en esta localidad al menos desde el siglo XVI y como no, buen vino de Ribera del Duero. Tierra de vinos, en la que predomina la Tinta del país que otorga color, aroma y cuerpo a sus vinos.

El lechazo, asado en horno de leña de encina a ser posible,aderezado solo con sal y un poco de agua en una cazuela de barro, a la temperatura adecuada del horno y el tiempo de 'cocción' preciso, Corderos autóctonos de aproximadamente 5 kilos, dan un lechazo asado de piel turruscante y carne jugosa.

Durante todo el mes de junio y para celebrar las jornadas gastronómicas del lechazo, diez asadores principales de Aranda, se han unido para ofrecer un menú al imbatible precio de 37€, que incluye embutidos locales como la morcilla, pero donde el plato principal es lógicamente el cuarto de lechazo.

Hay un par de tiendas muy especiales donde comprar productos gastronómicos de la zona, una de ellas en la planta baja de las galerías Isilla, en la calle del mismo nombre, frente a Casa Florencio un lugar muy recomendable donde tomar al menos un vino.

www.lechazo.es

El primer mapa que se dibujó de España, en 1503, reproducía los barrios judío y cristiano de la ciudad de Aranda del Duero, las siete puertas que la guardaban y las bodegas que ya en aquel tiempo horadaban la ciudad, en busca de la temperatura adecuada, la quietud y el silencio que aseguran un buen vino. Siete kilómetros de grutas y pasadizos, a 10 metros de profundidad, convertidos hoy en peñas privadas donde se celebra y bebe buen vino con cualquier excusa.

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