El increíble mundo de las cervezas artesanas en Barcelona

Que la cereza gusta es un hecho, una realidad, no hay más que observar la gente en los bares y terrazas. Aunque España fue tradicionalmente un pueblo aficionado al vino, hace ya tiempo que los bares como locales donde beber principalmente cerveza, desplazaron a las tabernas como lugar donde beber fundamentalmente vino. Fue en 1987 cuando el consumo de cerveza acabó superando el del vino en nuestro país, las cañas ganaron a los chatos. Si bien es cierto, reo que el consumo de cerveza de los turistas que visitan nuestro país ayuda a que la cerveza ocupe el puesto que ocupa hoy en día, no en vano el consumo de turistas representa el 30% del mismo.

Mientras que el consumo per capita del español es muy inferior al de otros ciudadanos europeos, como los checos, austriacos, alemanes, ingleses o irlandeses, sin embargo superamos a casi todos ellos en cuanto a su producción se refiere. En España seis grandes grupos, se reparten las aproximadamente 140 marcas que se venden en nuestros bares y supermercados. Sin embargo y a pesar del poder y la fuerza de los seis gigantes productores de cerveza que dominan la escena cervecera, a finales del año pasado ya había más de trescientas micro cervecerías artesanas.

La moda de las micro cervecerías artesanas nació en Inglaterra en los años 80 y de allí se extendió a los Estados Unidos y al resto del mundo. Son artesanas porque su producción es realmente limitada, aunque utilizan los mismos ingredientes de una cerveza industrial: agua malta, lúpulo y levadura cuya fermentación natural produce el carbónico natural del alcohol para gasificarse y no utilizan conservantes.

En España, Cataluña fue pionera en la introducción, producción y consumo de cerveza artesana. Una moda, una corriente que se ha visto impulsado en los últimos años por la amplitud de variedades y sabores distintos que enriquecen la gama de matices y registros que hasta ahora teníamos de lo que es una cerveza. Así, Montseny fue una de las primeras en producir una real ale con la maquinaria que adquirieron de una micro cervecería inglesa y con la que comenzaron a embotellar y producen los miles de litros que sirven hoy en día. Rosita, en Tarragona, produce una cerveza fina y golosa, gracias al empleo de miel y azúcar. Es una cerveza ligeramente turbia por la presencia de levadura en su segunda fermentación.

Edge Brewery es una recién nacida, se creó hace apenas dos años y ya un año después,en 2014 se hizo con el título de mejor micro cervecería nueva del mundo. Es la empresa de dos americanos que montaron una destilería con maquinaria y know how americano en una nave en la nueva zona de vanguardista de artistas y diseñadores de Poble Nou. Producen una gran variedad de cervezas diferentes, desde una muy fresca como su pale, Apasionada, para beber con sed; a Padrino, una cerveza de estilo Porter, más fuerte y con más cuerpo, para tomar más lentamente.

Tras esta nueva afición, cada vez mayor por el consumo de cerveza artesana, en Barcelona hay hoteles como el Four Points, que han ido más lejos, y han centrado la oferta de su bar en una cerveza propia. Una cerveza elaborada por la micro cervecería Edge, la 4 Taps, una cerveza lager, rubia y fresca con personalidad y sabor a pan recién hecho.