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La Bien Aparecida puede llegar a ser el gran restaurante cántabro en Madrid
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La Bien Aparecida puede llegar a ser el gran restaurante cántabro en Madrid

La Bien Aparecida es el tercer restaurante que Paco Quirós abre en Madrid. Tras su Cañadío y La Maruca, es el turno de el que puede estar llamado a ser el gran restaurante cántabro en Madrid

Foto: La Bien Aparecida. Lasaña de pimiento y boquerones
La Bien Aparecida. Lasaña de pimiento y boquerones

Primero fue Cañadio, la réplica en Madrid del conocido y celebrado restaurante de Santander; después vino La Maruca, el low cost del grupo, y ahora llega La Bien Aparecida.Cuando Paco Quirós, propietario del genuino Cañadio cántabro abrió en 2011 su Cañadio Madrid en la calle Conde de Peñalver, lejos de los lugares y vías de más tradición gastronómica de la capital, tuvo que defender la posición apoyándose, sobre todo, en la calidad del producto y en su cuidada elaboración; porque el local escogido tampoco es que fuera lo mejor, con una apretada zona de entrada con pequeña barra y alguna mesa alta, un primer comedor algo oscuro y angosto y un comedor en un primer piso de techos no muy altos.

Pese a todos los inconvenientes, lo cierto es que Cañadio funcionó desde el primer momento, como lo sigue haciendo hoy. Cuando en 2013 inaugurando La Maruca, Paco Quirós emprende una nueva aventura en la capital, esta vez al alimón con Carlos Crespo, notable y exitoso empresario de la mañana, el mediodía, la tarde y la noche hostelera de Santander, la cosa tampoco estaba fácil; pues el nuevo restaurante iba a ocupar el mismo local de la calle Velázquez en el que, previamente, había fracasado El Frontón. No importó, en un tiempo record, La Maruca, con platos sencillos y ricos, a precios moderados, se convirtió en uno de los éxitos de la temporada. Ahora con La Bien Aparecida, es la hora de echar el resto y abrir nuevo establecimiento en uno de los enclaves más comprometidos y con más competencia de Madrid (Jorge Juan/Callejón Puigcerdá). Una docena de restaurantes en menos de 100 metros a la redonda.

Antes de nada, La Bien Aparecida entra por los ojos, porque está decorada por Sandra Tarruella, la misma interiorista responsable, entre otras cosas, de la renovación y puesta al día del viejo O’Pazo, al que, sus buenos oficios y buen gusto, contribuyeron, de manera importante, a relanzar. El local está estructurado en casi tres plantas. En la planta calle, únicamente se encuentra la recepción del establecimiento, presidida por un original mural de soles/abanicos, hechos de cubiertos dorados. Hacia abajo, en un semisótano, hay un comedor bien resuelto y, hacia arriba, en la planta superior, una barra y dos comedores más. En la pequeña barra se puede comer informalmente, al igual que en varias mesas altas del comedor de la entrada, el más agradable y luminoso. En el comedor interior las mesas están algo más juntas.

Pero vayamos a lo que más importa. Cual es la oferta y cómo se come en La Bien Aparecida. Según nos cuenta Carlos Crespo, después de haber considerado más de 600 platos, han dejado la carta reducida a una propuesta que no supera los 30. Entre los que, como es lógico no pueden faltar los que son seña e identidad tanto de Cantabria, como de los otros establecimientos del grupo: las anchoas de Santoña y las rabas; ambas de primer nivel. La mayor parte del resto de los platos que hemos podido probar las veces que hemos comido allí, brillan realmente a la misma altura; ya sean los más previsibles, o aquellos otros que se salen de lo más habitual, como por ejemplo el pastel de mejillones en escabeche o la lasaña de pisto y boquerones en vinagre. Estupenda también la ensalada de patata al estilo de Angélica y perfectamente conseguidos el rodaballo Orly, sobre su espina frita o la cola de merluza a la meuniere 1981. No obstante, a veces, es en los platos de cuchara en los que se comprueba si en la cocina hay consistencia o no y en el caso de La Bien Aparecida nos parece que superan la prueba con nota. En La Bien Aparecida guisan muy bien y se nota que les gusta hacerlo. Magníficas de textura y sabor las pochas con cocochas de merluza al pil pil y francamente notable un humilde arroz con pollo de corral guisado.

Da la impresión que la obsesión por el producto y por la búsqueda de la excelencia de Paco Quirós, combinada con la técnica y experiencia en cocina de José Luis Estevan, que antes de aquí, destacó en Lagrimas Negras y en el Cenador de Salvador; pueden hacer que muchos comensales madrileños salgan de La Bien Aparecida con la sensación de haber estado y haber comido francamente bien. En lo de haberse sentido bien, a buen seguro, que también habrá tenido mucho que ver Carlos Crespo con su clara visión de negocio orientada al cliente.

Es posible que si se arreglan los mínimos y lógicos desajustes de estos primeros días de funcionamiento y se soluciona algún pequeño problema de insonorización y climatización, los propietarios e impulsores de La Bien Aparecida consigan que la patrona de Santander, también se les aparezca en esta parte de Madrid y se conviertan en el gran restaurante cántabro de la capital.

Restaurante La Bien Aparecida Calle Jorge Juan 8, Madrid

Primero fue Cañadio, la réplica en Madrid del conocido y celebrado restaurante de Santander; después vino La Maruca, el low cost del grupo, y ahora llega La Bien Aparecida.Cuando Paco Quirós, propietario del genuino Cañadio cántabro abrió en 2011 su Cañadio Madrid en la calle Conde de Peñalver, lejos de los lugares y vías de más tradición gastronómica de la capital, tuvo que defender la posición apoyándose, sobre todo, en la calidad del producto y en su cuidada elaboración; porque el local escogido tampoco es que fuera lo mejor, con una apretada zona de entrada con pequeña barra y alguna mesa alta, un primer comedor algo oscuro y angosto y un comedor en un primer piso de techos no muy altos.

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